Gonzalo Bernardos advierte a los inquilinos que viven de alquiler: "No es un derecho..."
El 87% de los jóvenes españoles se ven forzados a compartir casa si desean independizarse

El profesor Gonzalo Bernardos
Patricia López Avilés
Según el artículo 47 de la Constitución Española, “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”. No obstante, los precios de los inmuebles no son aptos para el bolsillo de muchos ciudadanos.
Idealista ha actualizado en su portal que el precio por metro cuadrado de la vivienda en Barcelona llegó a su máximo histórico en febrero de 2025, alcanzando los 4.751 euros.
Además, el Consejo de la Juventud hizo público hace un par de meses un informe sobre las condiciones de la juventud emancipada en España: publicó que el 87% de los jóvenes españoles se ven forzados a compartir casa si desean independizarse.
Condiciones indignas
El estudio también afirma que las condiciones de las viviendas a las que acceden suelen ser más precarias que las de otras franjas de edad de la población.
Las casas son pequeñas, con peores condiciones de mantenimiento y menos seguras. A menudo se encuentran en mal estado y no cumplen los estándares básicos de habitabilidad.
El economista Gonzalo Bernardos ha protagonizado diversos titulares estas últimas semanas por sus declaraciones sobre el mercado inmobiliario en el pódcast 'Monopoly Inmobiliario (Club Inversor)'.
El profesor afirma que, a pesar de que los costes de la vivienda están alcanzando máximos históricos, estos próximos años van a ser los mejores para proceder a su compra.
Alquiler o usufructo
Sin embargo, a los que quieren emanciparse no les queda otra opción que optar por el alquiler, ya que el sueldo de un joven trabajador de entre 16 y 29 años es de 1.050,77 euros al mes.
El economista ha puesto sobre la mesa el concepto de usufructo para explicar que los inquilinos lo confunden con el alquiler.
El usufructo está definido por el Código Civil de España en el artículo 467 como "el derecho a disfrutar de los bienes ajenos con la obligación de conservar su forma y sustancia".
Sindicatos de inquilinos
En el caso de una vivienda, siempre dependiendo de las condiciones del contrato, el usufructuario puede tener el derecho a residir en ella, arrendarla o percibir los ingresos derivados de su alquiler, aunque no puede venderla, regalarla o hipotecarla.
En esa línea, sindicatos de inquilinos, como el Sindicat de Llogateres de Catalunya, pretenden que los contratos se renueven automáticamente para impedir las expulsiones del inmueble, las subidas de precio y los alquileres de temporada, unas condiciones que llegan a afectar, dicen, a la salud mental de las personas.
El economista explica que, en base a eso, los sindicatos de inquilinos quieren convertir todas las viviendas en usufructo para que el contrato sea indefinido, una propuesta con la que se ha mostrado totalmente en desacuerdo, porque asegura que, cuando una persona alquila una vivienda, permanecer en ella el tiempo que quiera "no es un derecho".
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