Adiós a las monedas de 1 y 2 céntimos: estos son los países europeos que ya las han retirado
El alto coste de producción del dinero en metálico más pequeño y el avance de los pagos digitales ha hecho que en muchos países ya no se puede pagar con "calderilla"

Adiós a las monedas de 1 y 2 céntimos: estos son los países europeos que ya las han retirado. / PEXELS
Eneko López Rico
La retirada progresiva de las monedas de 1 y 2 céntimos es ya una realidad en varios países de la Unión Europea. Lituania será el siguiente en sumarse oficialmente este mes, dejando de aceptar el efectivo más pequeño del sistema monetario actual. Le siguen los pasos Bélgica, Italia y Finlandia, donde ya se ha implementado el redondeo obligatorio de los pagos en efectivo. Es decir, si el precio final de una compra acaba en cifras como 1,98 o 2,01 euros, el total se redondea automáticamente para evitar el uso de estas monedas.
En cambio, países como Francia, Alemania y España siguen permitiendo su circulación, aunque cada vez con menos uso y con un horizonte de caducidad claro.
¿Por qué se eliminan las monedas de 1 y 2 céntimos?
El debate en torno a estas monedas no es nuevo. Su alto coste de producción, que en algunos casos supera su valor nominal, y su escaso uso real por parte de los ciudadanos han llevado a plantear su retirada definitiva.
La tendencia hacia pagos digitales, incluso en comercios pequeños, refuerza esta decisión. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo: para algunos sectores, estas monedas siguen teniendo valor simbólico y práctico, especialmente en áreas rurales o entre personas mayores.
La retirada del efectivo más pequeño no es solo una cuestión de comodidad o coste, sino también una transformación estructural que obliga a adaptar sistemas contables, precios, métodos de pago y, ahora también, la codificación administrativa de los negocios.
Implicaciones en el CNAE de empresas y autónomos
El código CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) asigna a cada empresa o autónomo una categoría económica según su actividad principal. Esta clasificación tiene implicaciones directas en el cálculo de cotizaciones sociales, fiscalidad y acceso a ayudas o subvenciones.
Con la desaparición de las monedas de menor valor y el auge de los pagos electrónicos, actividades que antes se vinculaban al manejo de efectivo deben actualizarse para reflejar su nueva realidad operativa. Esta es la razón por la que la modificación del CNAE antes del 30 de junio de 2025 no es un simple trámite, sino un paso necesario para evitar futuras complicaciones legales o fiscales.

Los pagos digitales van en aumento en la sociedad. / Unsplash
¿Estamos preparados para un mundo sin efectivo?
Aunque pagar con tarjeta, Bizum o incluso mediante apps móviles es cada vez más habitual, algunos expertos alertan de los riesgos de prescindir totalmente del efectivo. En caso de apagones eléctricos, ciberataques o fallos masivos en los sistemas bancarios, la dependencia total del dinero digital podría dejar a muchos sin acceso a bienes básicos.
También surgen voces críticas ante la posible centralización del control financiero y la pérdida de privacidad en las transacciones, dos preocupaciones crecientes entre los consumidores.
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