Si tienes más de 65 años y bajos ingresos, puedes cobrar esta pensión de hasta 7.905 euros al año aunque no hayas cotizado

El Gobierno, a través de la Seguridad Social,ofrece una ayuda económica a aquellas personas que, por distintas razones, no han podido cotizar lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.

Estas pensiones, conocidas como no contributivas, aseguran una prestación mínima a quienes se encuentran en situación de jubilación o con discapacidad y carecen de recursos económicos.

Además de una ayuda monetaria, este tipo de pensiones incluyen ayudas en forma de servicios adicionales, como la asistencia social. Se trata de una medida que busca proteger a los sectores más vulnerables, cumpliendo con lo establecido en la Ley General de la Seguridad Social. En este artículo te lo explicamos centrándonos en los mayores de 65 años.

Requisitos para acceder a ella

A la pensión no contributiva pueden acceder los ciudadanos españoles y nacionales de otros países con residencia legal en España que cumplan lo siguiente:

1. Carecer de ingresos suficientes

Esto significa que las rentas o ingresos personales anuales han de ser inferiores a 7.905,80 euros. Cuando se convive con familiares, la cantidad de todos los miembros ha de ser inferior a lo que se presenta a continuación:

Si una persona vive con su cónyuge y/o parientes consanguíneos de segundo grado, los ingresos anuales de la unidad familiar no pueden superar:

• 13.439,86 € si conviven 2 personas.
• 18.973,92 € si conviven 3.
• 24.507,98 € si conviven 4.

Sin embargo, si entre los convivientes hay padres o hijos del solicitante, el límite económico es mayor:

• 33.599,65 € para 2 personas.
• 47.434,80 € para 3.
• 61.269,95 € para 4.

La Seguridad Social devuelve más de 55.000 euros a un pensionista por un error común en los cálculos de la edad de jubilación

2.Depende del tipo de pensión

En el caso de jubilación, se ha de cumplir con lo siguiente:

• Edad: tener 65 o más años.
• Residencia: vivir legalmente en España y haberlo hecho durante 10 años, en el periodo que media entre la fecha de cumplimiento de los 16 años y la de solicitud de la pensión, de los que 2 han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.

Cuantía de las pensiones no contributivas para el año 2025

La cuantía anual establecida para las pensiones de invalidez y jubilación no contributivas en el año 2025 asciende a 7.905,80 euros anuales.

Por otra parte, la cuantía individual de la pensión para cada ciudadano va en función de sus rentas personales, siempre superior a la mínima del 25%, es decir, 1.976 euros anuales.

Regulación y revisión que se aplica

Las personas que reciben una pensión no contributiva deben informar de cualquier cambio en su situación personal o familiar. Esto incluye si cambian de domicilio, estado civil, ingresos, o si hay nuevas personas conviviendo con ellas. Tienen 30 días para comunicarlo al organismo que gestiona la pensión, ya que cualquier variación puede afectar el importe o incluso la continuidad de la ayuda.

Además, cada año, en el primer trimestre los pensionistas deben presentar una declaración con los ingresos del año anterior, tanto suyos como de las personas con las que conviven. Esta revisión permite ajustar o mantener la cantidad que reciben.

Gestión de las pensiones no contributivas

La gestión de estas pensiones está a cargo de los gobiernos autonómicos, a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), excepto en Ceuta y Melilla, donde lo gestiona directamente este organismo. Las pensiones se pagan con fondos del Estado, mediante la Seguridad Social.

Las solicitudes pueden presentarse, tanto de manera electrónica como en papel, en oficinas de servicios sociales de las comunidades autónomas, oficinas del Imserso, ayuntamientos, consulados, oficinas de Correos y otros puntos habilitados.