Comprar una isla es uno de esos caprichos a los que unos pocos adinerados tienen acceso. De hecho, rodando una de las entregas de ‘Piratas del Caribe’ su protagonista, Johnny Depp, quedó prendado de una isla de las Bahamas, a 600 millas de Nassau, y tiró de chequera.

Sin pensárselo dos veces, el famoso actor decidió desembolsar de un plumazo los 3,6 millones de dólares que costaba la isla y se la compró.

El común de los mortales no tenemos la capacidad de la superestrella de Hollywood para hacer realidad nuestros sueños en cualquier momento. Aunque esto podría cambiar si dispones de 300.000 euros.

En el portal de la agencia Terrenos.es ha aparecido un anuncio llamativo: se vende una isla de 3.000 metros cuadrados en la ría de Pontevedra, a un precio equiparable al de muchos pisos del centro de alguna ciudad grande española: 300.000 euros.

Se trata de la Isla de San Clemente (o Illa do Santo), en el litoral al sur del concejo de Marín y, según explica su actual propietario, Manuel Piñeiro, “es una isleta muy próxima a la costa, con la que llega a unirse en las grandes bajamares mediante un tómbolo arenoso; el resto de la isla está rodeado de arrecife".

La isla "está cubierta de pradera y cuenta con un par de pinos de buen porte y las ruinas de la ermita de San Clemente, en la que antiguamente se celebraba una concurrida romería”.

Pero no todo es tan bonito como parece

De entrada parece, sin duda, una oferta de lo más apetecible por su precio, pero hay que aceptar algunas singularidades. Para empezar, el terreno es protegido y por tanto, no urbanizable.

En ningún punto del perímetro hay un muelle en el que poder atracar, por lo que solo se puede llegar de dos maneras: o bien fondeando, o bien a pie, aprovechando la bajamar.

Por lo demás, tanto la isla como el entorno son de una gran belleza. Y menos mal porque, a la vista de sus características, quien se la compre no podrá hacer mucho más en ella que pasearla