Los países de la Unión Europea y el Parlamento Europeo alcanzaron este viernes un principio de acuerdo sobre las reglas que marcarán el funcionamiento de la Política Agrícola Común (PAC) a partir de 2023, con la que se quiere aumentar la contribución del sector agrario a la lucha contra el cambio climático y su peso en el Pacto Verde. Aunque todavía tiene que ser ratificado esta semana y ser oficializado en septiembre por el Parlamento europeo. Después de años de lucha y negociaciones, los sindicatos agrarios aragoneses valoran «positivamente» la decisión de los países europeos, pero desconfían de su implantación en España.

A pesar de que llegue el acuerdo, los agricultores aragoneses todavía quieren «ver la letra pequeña» porque se trata de un plan estratégico que «de alguna manera va a potenciar la labor de más de un millón de agricultores y ganaderos de la Unión Europea», explicó el presidente de la Unión de Pequeños Agricultores en Aragón (UPA), José Manuel Roche. «Los planteamientos que hacen desde la UE creemos que tiene un componente medioambiental excesivo y que en esa letra pequeña no se ve cómo afectará a las explotaciones profesionales», añadió Roche, si bien valoró positivamente que se vayan a tener en cuenta las ayudas redistributivas al sector, que se incrementen las ayudas al joven agricultor que se incorpora a la actividad y que se regulen los mercados, sobre todo con esa lucha por conseguir «precios justos».

El acuerdo europeo será ratificado esta semana y oficializado en el mes de septiembre

Sin embargo, el campo aragonés está preocupado por cómo se desarrollará la nueva PAC en España, un plan estratégico que deberá definirse en el mes de julio en la última de las conferencias sectoriales. Para el secretario general de UAGA en Aragón, José María Alcubierre, el acuerdo europeo era «previsible» pero defendió que en España «el balón está encima del tejado del ministerio». «Las decisiones importantes que se tienen que tomar vienen derivadas por las decisiones del ministro, Luis Planas, y eso es lo que nos preocupa», enfatizó Alcubierre.

Y es que, según los sindicatos agrarios, la estrategia española ha dado un giro y no creen que incluya todos los principios o cambios por los que han estado luchando todo este tiempo. «Parece que los derechos históricos pueden mantenerse, un elevado número de estratos, parece que no va a priorizar a los profesionales (agricultor genuino), parece que no apoyará a la ganadería extensiva que tantos palos se ha llevado en el sector, y tampoco las frutas y hortalizas», lamentó el secretario general de la organización agraria aragonesa. En este sentido, lanzó un dardo al Gobierno, criticando que solo se asumen «valentías» en el aspecto social, pero no en el económico. «Va a volver la PAC de Cañete», bromeó. Mientras que José Manuel Roche aseguró que su organización es «muy crítica» con la PAC de España y siguen «impulsando las reformas».

«Queremos que se cambie de rumbo, se apoye al agricultor profesional, desaparezcan los derechos históricos, y se prime más a los agricultores profesionales. Si no se produce, seguiremos calificando la reforma de desastrosa», apostilló.