La guerra comercial entre Estados Unidos y China está teniendo un gran impacto a nivel mundial, ya que hay muchas empresas de otros países que tienen fábricas en este país asiático. Hace unos años, el coste de la mano de obra en China era muy bajo, y los salarios que cobraban los trabajadores hacían que fabricar productos en China fuera más barato que en otros países. Esto provocó que muchas empresas decidieron trasladar allí su producción para ser más rentables y tener más beneficios.

La subdirectora de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, Nieves Ágreda, explica que este fenómeno, conocido como deslocalización empresarial y propio de la globalización, se dio en España en sectores tradicionales como el juguete o la cerámica, que daban empleo a muchas personas.

Con la llegada de nuevas empresas, China se convirtió en la que algunos denominan fábrica del mundo, de ahí que muchos de los productos que compramos a diario lleven la clásica etiqueta de made in China. No obstante, indica Ágreda, en los últimos años los salarios en China se han elevado y eso está haciendo que muchas empresas estén trasladando su producción a otros países, como España, donde el coste del trabajo sigue siendo económico.