El periodismo y la literatura han sido las dos vocaciones que han marcado la trayectoria profesional de Juan Bolea. El escritor y periodista, ganador del Premio de las Letras de Aragón 2019, ofreció una amena e interesante charla a los cerca de 150 estudiantes que asistieron la semana pasada al acto de los 25 años de EL ESTUDIANTE, en la que les dio algunas claves para escribir con éxito sus propias historias y para desarrollar su imaginación.

El objetivo de la ponencia era «animar a los jóvenes con vocación de escritores, novelistas o periodistas a escribir», según el escritor. Algo que, en su opinión, «es más una cuestión de técnica y oficio, que un don o talento», y se puede aprender «tanto en las facultades, como en los talleres literarios de escritura creativa» que se imparten en numerosos lugares.

Bolea habló a los jóvenes de sus inicios en el mundo de la literatura, cuando con 14 años ganó el Premio de Redacción de Cocal-Cola. A los 20 escribió su primera novela, El palacio de los jardines oblicuos, con la que obtuvo el Premio de Novela de Alcalá de Henares, que pudo recoger tras un surrealista viaje en tren y coche con un amigo y un banderillero. Además, explicó a los chavales cómo la noche anterior a la charla, en medio de una pesadilla, había tenido la revelación de un final ingenioso para su último libro, Sangre de liebre, que verá la luz el próximo año.

Para Bolea, a la hora de escribir una novela es muy importante el orden y la planificación, ya que en realidad «es un proceso muy pautado y guionizado» en el que «hay que tener claras cuatro escenas principales y los personajes».

El escritor también recomendó a los jóvenes «acostumbrar a su mente a indagar y a pensar en silencio durante media hora», para que su imaginación empiece a funcionar, ya que «esto también tiene su técnica», así como no perder nunca de vista al lector, porque «lo que escribimos tiene que resultar interesante y tiene que estar bien escrito».

Bolea insistió en que «el talento está sobrevalorado» y aseguró que él no se considera «una persona superdotada», sino alguien que se ha acostumbrado a trabajar su imaginación, «que es como un músculo que hay que ejercitar».

Sobre el periodismo, el articulista indicó que este «le ha dado el contacto con la realidad que necesitaba», dado que en las redacciones se escribe sobre hechos reales, y es «entre el hecho del periodista y la fantasía del escritor» donde él se ha formado y ha desarrollo su estilo.

Así, recordó su visita como corresponsal de Diario 16 a la Cuba de Fidel Castro en 1992, que entonces era «un nido de espías», y de como la irrealidad de esa isla tropical, unida a sus propias fantasías, inspiró la novela Mulata.

El ahora columnista de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN explicó también a los jóvenes que «es importante encontrar la propia voz, tu forma de escribir, que es también tu forma de ver el mundo», porque «el escritor no puede parecerse a nadie».

Claves literarias

Al finalizar la ponencia, los estudiantes plantearon cuestiones a Bolea sobre el proceso de creación de sus novelas. Lucía, del Colegio Británico, lr preguntó cuál era el secreto para que todas sus obras tuvieran éxito, algo que el autor achaca a «tener respeto por el lector, ya que sin él no seríamos nada». Para ello, explicó, hay que escribir bien, ser directo y cercano. «La literatura no es una fiesta a solas».

A la pregunta de Álex, del IES Pablo Gargallo, sobre si había dejado alguna novela a medias, comentó que una novela es «un gran proyecto» que debe tener un orden: primero la idea, luego una síntesis de la historia y después el desarrollo argumental. «Si tienes ese plan, la vas a escribir», aseguró.

Vanesa, del IES Avempace, quiso saber qué se necesita para construir un buen personaje, una cuestión que Bolea consideró muy interesante, ya que «hay escritores que han pasado a la historia por construir un buen personaje», y eso es algo «muy difícil de conseguir» y «clave para que una novela tenga éxito».

Finalmente, contestó a una pregunta sobre la ambientación de sus novelas en Zaragoza y de sus lugares favoritos de la ciudad que, dijo, son el río y el Casco Antiguo. «Zaragoza es una ciudad muy interesante porque es una ciudad histórica con mucho encanto y además funciona muy bien con la novela negra», destacó, y aconsejó a los jóvenes «conocer su historia, ya que seguro que encontraréis inspiración para vuestros relatos».