En nuestras casas podemos contribuir al mantenimiento del medio ambiente reciclando.

Generamos basura que debemos separar adecuadamente según sea de un tipo u otro. Conviene sacarla de noche que es cuando la recogen los encargados de la limpieza.

El problema aparece cuando en una pareja, el hombre le dice a la mujer que a esas horas no puede sacar la basura porque es tarde y además el contenedor de vidrio (verde) y el de papel y cartón (azul) están alejados de la casa y están al lado de una plaza donde hay bancos y allí se reúnen chicos.

- No vayas que es tarde, dice él.

- Pero si son las nueve de la noche hay iluminación y todavía se ve, contesta ella.

- Que no, no vayas no tienen porque mirarte, contesto el de forma airada.

- Venga, no digas tonterías responde ella.

- Tú, si bajas, es porque quieres que te vean. Saca sólo la basura orgánica al contenedor verde, y los envases al contendor amarillo que desde aquí los veo, y puedo vigilarte. Expuso él de forma inquisitiva.

- Voy a llevarme todas las bolsas, interpelo ella bastante enfadada.

- ¡Qué no! he dicho que no, acabo gritando él.

El hombre le intenta coger las bolsas y en el forcejeo se rompe un botellín de cerveza al caer al suelo. (Se oyen gritos)

- Esto es todo por tu culpa... Anda quédate aquí limpiando el suelo. Bajaré yo la basura, y se fue danto un portazo y salió de la casa.

Ella, se quedó hundida, al principio pensó, bueno es una discusión como tienen todas las parejas, ya se me pasará.

El enfado, con los días, se convirtió en tristeza. Le había pedido perdón pero tenía algo dentro que le impedía seguir el ritmo normal. A partir de entonces, ella veía el mundo de color gris.

Un día de regreso a casa, observo un cartel que decía: se necesitan voluntarios para limpiar la ribera del Huerva. Reunión para apuntarse y concertar salida el próximo martes.

Siempre había querido hacer algo más por el medio ambiente. La idea le rondaba por la cabeza toda la tarde y durante la cena la comentó con su pareja.

- Eso son bobadas, ya hay trabajadores del ayuntamiento que se dedican a esas labores, dijo el de forma tajante.

- Esto es diferente. Vamos recogiendo lo que vemos por el suelo, por las orillas. Limpiamos el cauce… contesto ella.

- Estoy harto de la gente que piensa que va a cambiar el mundo haciendo tontadas. Ahora ¿quieres ser basurera? Respondió el en forma de burla.

- No tiene nada de malo, además el planeta es de todos, hay que mantenerlo para que podamos vivir en él. Muchas especies mueren por la contaminación, a todos nos afecta… contesto ella de forma combativa

- Anda ¡calla y cena!. Concluyo él.

Ahora la tristeza había desaparecido y sentía rabia, mucha rabia. Tenía que ir a la reunión y fue.

(Al verla indecisa la arropan y animan. El recibimiento es muy bueno).

-¡Hola!, eres nueva, no te de vergüenza. Nuestro proyecto es muy sencillo, es hacer lo que el anuncio dice...Quedamos para el sábado a las 10 horas en el Puente Alto.

Llegó el sábado. Se inventó alguna que otra excusa y así pudo acudir a la cita.

Se agruparon de cinco en cinco. Iban cogiendo latas, plásticos... Hablaban de la importancia de conservar la naturaleza, de lo útil que es que desde pequeños nos enseñen a respetar lo que nos rodea…

Mientras tanto ella contemplaba el paisaje; miraba el agua con las piedras al fondo, las zarzas, las mariposas, la vereda con los chopos que no tenía fin. Tenía todo eso para disfrutar y debía cuidarlo.

Echó la vista al cielo y respiró profundamente. Supo en ese instante que su futuro dependía de ella y por primera vez en mucho tiempo se sintió libre.

No debes estar con alguien que te corte tus movimientos y ejerza autoridad sobre ti.