En la sociedad actual, y con más énfasis en esta época de pandemia, los videojuegos son cada vez más populares entre la población joven, pero también entre los adultos. Desde que empezaron a popularizarse a principios de los 70, los videojuegos han evolucionado hasta convertirse en productos culturales al alcance de todos. Por ahora no hay datos de organismos oficiales, pero se aprecia un aumento del número de usuarios conectados, es decir, jugadores, a cualquier hora del día.

El crecimiento exponencial de los videojuegos ha provocado que una parte de los jugadores hagan un uso descontrolado que puede acabar en serios problemas como las adicciones. Y es que el porcentaje de personas afectadas por el uso descontrolado de los videojuegos online se sitúa entre el 1% y el 10% en los países occidentales, según expertos de la Organización Mundial de la Salud en consumo de sustancias y conductas adictivas.

"El 25% de los jugadores de videojuegos 'online' son mejores y se pasan una media de 18 horas semanales jugando"

Actualmente, el 25% de los jugadores de videojuegos online son menores de edad y pasan casi unas 18 horas semanales jugando. Per, ¿ se sabe realmente a que juegan?, ¿con quien juegan?, ¿hacen buen uso de los videojuegos? 

Efectos del uso descontrolado de los videojuegos

Sabemos que los videojuegos comerciales tienen efectos emocionales, sociales, motivacionales y cognitivos, pero debemos preguntarnos qué impacto tiene jugarlos 12 horas al día. Nuestras vidas están dominadas por el consumo digital casi 24 horas los 7 días de la semana y a pesar de eso todavía faltan reglas sobre el consumo digital donde una de las consecuencias puede ser el acoso cibernético donde se facilitan contraseñas a desconocidos, datos personales, fotos de toda índole, etc.

Es fundamental evaluar el contenido de los videojuegos, analizar diferentes criterios como el grado de violencia, el tipo de lenguaje, escenas de sexo, etc., ya que los adolescentes son más susceptibles de desarrollar un trastorno adictivo, dado que su cerebro es inmaduro y tiene menor capacidad de controlar los impulsos.

Un joven celebra que ha ganado una partida a un videojuego. FREEPIK

¿Cuándo los videojuegos son una adicción?

El juego es una actividad lúdica en sí mismo, pero pasa a considerarse una conducta adictiva cuando impacta de forma negativa en las relaciones familiares, afectivas y académicas, además de tener una repercusión conductual, como evidenciar una obsesión con jugar a los videojuegos, poniéndose triste, irascible o ansioso cuando no se le deja jugar, no está interesado en otras actividades que antes le gustaban, miente sobre la cantidad de horas que pasa jugando o usa los videojuegos para aliviar el mal humor.

"Pasa a considerarse una conducta adictiva cuando impacta de forma negativa en las relaciones familiares, afectivas y académicas"

Si nos saltan las alarmas al observar algo de lo nombrado anteriormente es importante que el adolescente hable sobre cómo se siente, si está escondiendo algún problema y si está demandando algún tipo de ayuda.

Consejos de prevención para las familias

Además, los padres deben determinar el tiempo que el adolescente pasa delante de la pantalla, analizar qué actividades se están dejando de hacer; saber qué juegos se están utilizando con claves, mensajes ocultos, intercambio de información más o menos privada, etc. Además, se han de marcar límites de tiempo y desarrollar actividades en común con la familia y amigos.

"Marcar límites de tiempo y desarrollar actividades en común con la familia y amigos es una forma de prevenir el riesgo de adicción a los videojuegos"

La mayoría de niños y adolescentes que juegan a videojuegos no se vuelven adictos o llega a desarrollar trastornos más serios, pero si los videojuegos empiezan a interferir con actividades cotidianas, hay que estar preparado para actuar.