Como sucede con muchas mejoras tecnológicas, el 5G ya está aquí y ha llegado para quedarse. La implantación de la quinta generación de redes móviles va a suponer una auténtica revolución en nuestras vidas. No solo cambiará la forma de comunicarnos sino que también va a permitir que muchos objetos, desde neveras a automóviles, puedan conectarse con nosotros y entre sí en tiempo real. Estaremos conectados a todo, todo el día y en el menor tiempo posible.

El 5G permitirá que las operaciones de cirugía a distancia o los coches que se conducen solos dejen de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad. De hecho, en Barcelona ya se ha llevado a cabo la primera intervención quirúrgica en remoto en un hospital gracias a la conexión 5G. Esta nueva tecnología también va a ser clave para el desarrollo de la industria 4.0, la domótica o las ciudades inteligentes.

¿Qué es exactamente la tecnología 5G?

Según el decano del Colegio de Ingeniería de Telecomunicación en Aragón y profesor universitario, Javier Mateo, «el 5G hace referencia a la quinta generación de redes móviles que conocemos» llevando a otro nival las autopistas de la información, como se conoce la red de sistemas de comunicación digitales y telecomunicaciones.

Hasta ahora han existido cuatro generaciones distintas de redes móviles. La red de 1G, la de los primeros teléfonos móviles, solo permitía hablar. La tecnología 2G introdujo los SMS. Al incorporar conexión a internet (3G) los teléfonos móviles se convirtieron en smartphones y después llegó la banda ancha, la red 4G que usamos actualmente, que trajo consigo la reproducción de videos en streaming o la realidad aumentada. 

Ventajas del 5G: mayor velocidad y menor tiempo de espera

El 5G da un salto muy importante con respecto al 4G por sus tres principales característica. Por un lado, esta nueva tecnología aumenta la velocidad de conexión. «La velocidad de carga y descarga de un móvil con 5G puede alcanzar los 10 GBps (gigabytes por segundo), una rapidez cien veces superior a la del 4G y similar a la de la fibra óptica que tenemos en casa», explica el ingeniero en telecomunicación.

El 5G hará posible aplicaciones que suenan a ciencia ficción, como las operaciones quirúrgicas a distancia. EL PERIÓDICO

Además, el 5G reduce la latencia (tiempo de respuesta de la web) a un mínimo imperceptible. Algo fundamental, según el profesor universitario, para mejorar la seguridad de los vehículos autónomos, realizar cirugías a distancia en medicina o para labores de mantenimiento y reparaciones en la industria, a través de los denominados gemelos digitales.

Más dispositivos conectados

Aparte de la velocidad, otro rasgo importante de la tecnología 5G es que aumenta el número de dispositivos que pueden estar conectados al mismo tiempo en una determinada zona. «Lo de ir a ver un concierto con mucha gente y quedarte sin cobertura ya no pasará», pone como ejemplo Javier Mateo.

No solo teléfonos móviles, también vehículos, robots industriales, mobiliario urbano (papeleras, paradas de autobús, semáforos, etc.) o cualquier electrodoméstico que tengamos en casa, como el aspirador o la lavadora, podrán conectarse a la red, lo que dará un fuerte impulso al Internet de las Cosas (IoT)

Un cambio que llegará poco a poco

Todos estos cambios no llegarán de la noche a la mañana. «Tardarán un tiempo y será un proceso largo. El paso del 3G al 4G fue mucho más sencillo», detalla el ingeniero en telecomunicaciones, que cree que la nueva tecnología se implantará antes en las grandes ciudades y poco a poco se irá extendiendo hasta llegar al medio rural. 

Para ello será «necesario instalar nuevas antenas, lo que cuesta mucho dinero», según detalla Mateo. Además, para conectarnos a la red 5G necesitaremos que nuestros teléfonos de bolsillo dispongan de esta tecnología, y «de momento, hay pocas marcas con modelos de móviles 5G». 

Actualmente existen en el mercado pocos modelos de móviles que funcionen con conexión 5G. FREEPIK

La tecnología 5G: tres redes diferentes

En España, el despliegue de la red 5G ya ha dado sus primeros pasos. Esta nueva red inalámbrica utiliza un rango de frecuencias mucho más amplio que las tecnologías anteriores, y cuanta más baja es la frecuencia mejor se propaga la señal. Según explica Javier Mateo, «en realidad hablamos de 5G en general pero es como si hubiera tres redes diferentes». 

El rango más bajo (700 megaherzios) es el que usarán los teléfonos móviles y es el que colisiona con la TDT, por eso hubo que mover algunos canales de televisión en 2019

El rango de frecuencias más bajo del 5G se sitúa en los 700 MHz (megaherzios). Esta banda es la que usarán los teléfonos móviles y la que colisiona con la TDT, motivo por el que hemos tenido que resintonizar algunos canales de televisión en 2019. Después está la de 3,6 GHz (gigaherzios) que es «una banda intermedia que se comporta parecido al wifi», detalla Mateo, y que es algo más sensible a los onstáculos, como puertas o paredes. 

La banda más particular del 5G es la de 26 GHz (gigaherzios) que se empleará en la industria o las ciudades inteligentes. «Esta frecuencia penetra muy poco y harán falta muchas más antenas, aunque estas serán más pequeñas y con menos potencia, lo que permitirá instalarlas en semáforos, farolas, museos, etc.», detalla el profesor.

Protagonista de los bulos sobre el covid

En estos últimos meses el 5G ha estado en boca de todos y ha sido protagonista de muchos de los bulos que han circulado sobre la pandemia y las vacunas del covid. El decano del Colegio de Ingeniería de Telecomunicación en Aragón, Javier Mateo, se muestra claro al respecto: «Las ondas electromagnéticas que nos rodean no pueden ni generar ni hacer que se propague un virus. No existe esa relación con el covid y no tiene ninguna base científica».

No obstante, bulos aparte, se ha hablado menos de los efectos para la salud y el medio ambiente de las redes 5G . La OMS califica la tecnología inalámbrica como cancerígena, al mismo nivel que sustancias como el café. El organismo afirma que los estudios realizados hasta la fecha «no indican que la exposición ambiental a los campos de radiofrecuencia aumenten el riesgo de cáncer o de cualquier otra enfermedad».

No obstante, organizaciones como Ecologistas en Acción han criticado que la implantación del 5G se esté llevando a cabo sin «evaluar posibles efectos sanitarios o sobre el medioambiente, pese a la recomendación del principio de precaución». Según Javier Mateo, cuando aparecieron los primeros móviles ya se hablaba de estos posibles peligros y «constantemente se hacen estudios sobre el tema».

Desde el punto de vista técnico, explica que todas las antenas inalámbricas están dentro del nivel de radiación que se considera seguro y, en el caso del 5G, la radiación es incluso menor que la del 2G, una tecnología más antigua. En cuanto a la máxima frecuencia de la señal 5G, la de 26 GHz, que obligará a instalar muchas más antenas (pero de menor potencia), el ingeniero indica que la luz visible que nos llega cada día del sol es también una radiación electromagnética y tiene una frecuencia veinte mil veces mayor.