A raíz de la lectura este curso de 'Réquiem por un campesino español' de Ramón J. Sender y 'Las bicicletas son para el verano' de Fernando F. Gómez con los alumnos de 4º ESO, pensamos que un buen colofón para finalizar el curso sería hacer un recorrido por las calles de Sariñena y conocer la huella que la Guerra Civil dejó en nuestra localidad. Nos pusimos en contacto con Gema Grau, historiadora que está a punto de publicar un libro sobre este tema, y muy amablemente nos acompañó y nos fue relatando cómo fue este trágico episodio de nuestra historia reciente.
Comenzamos la visita en la plaza de la iglesia donde nos explicó el estallido del polvorín que causó tantos destrozos, así como varias muertes tanto de civiles como de soldados. En la misma plaza se instaló en casa de la viuda de Paraled un hospital para atender a todos los heridos que llegaban del frente. Hay que recordar que la Sierra de Alcubierre fue uno de los frentes más activos durante la contienda.
En los bajos de lo que hoy es el Casino había una escuela de niñas y parece ser que alguna fue herida cuando estalló el polvorín. Toda la plaza y su entorno fue destruido por lo que apenas contamos con edificios antiguos en nuestro pueblo. Prácticamente un 90% de los edificios fueron destruidos por los más de 20 bombardeos que asolaron Sariñena. Gema también les explicó a los alumnos lo que fue el campo de aviación Alas Rojas que hubo en las inmediaciones de Albalatillo.
Refugios, campo de aviación y numerosos documentos
Posteriormente fuimos a ver las entradas y salidas de algunos de los refugios en los que tenía que esconderse la población. Los refugios debían tener entrada y salida para garantizar la evacuación de la gente. Uno de los refugios más grande estaba en el solar de Casa Torres, con varias galerías subterráneas.
El recorrido terminó en el cruce donde nos enseñó fotografías y documentos antiguos. Pudimos ver una foto aérea del bombardeo al barrio de la Estación así como otras en las que aparecía señalada la dirección al campo de aviación.
Gema ha conseguido a través de diversos archivos mucha documentación relativa por ejemplo a la cantidad de escombros que ocasionaron los bombardeos (y que sirvieron para rellenar el barranco sobre el que está construida parte de la avenida de Huesca) o a las casas que la Comandancia Militar utilizaba para alojar a sus soldados. Incluso en uno de estos documentos se habla de la posibilidad de utilizar la Cartuja de las Fuentes como campo de concentración.
Sin duda fue una de las mejores clases de historia que han recibido los alumnos este curso y que esperamos poder repetir otro año. Agradecemos a Gema Grau toda la información que nos facilitó.
