En este artículo os vamos a hablar de Kelvin Doe, un ingeniero de 24 años de Sierra Leona que es conocido por haber aprendido ingeniería de forma autodidacta y haber construido aparatos electrónicos con chatarra. Cuando tenía 10 años, cada día al salir del colegio, Kelvin se iba a un vertedero a recoger toda clase de desechos tecnológicos para venderlos y ayudar a salir a su familia adelante. Debido a esto, comenzó a sentir una gran fascinación por los componentes electrónicos, por lo que se quedaba con algunos para experimentar con ellos.

Kelvin empleó unos viejos libros de ingeniería que encontró en la biblioteca de su escuela para fabricar una pila con la que poder dar energía a sus experimentos, ya que en su barrio solo había luz unas pocas horas a la semana. Más tarde, creó su propio generador eléctrico, que se convirtió en punto de encuentro de todos sus vecinos, que acudían a iluminarse y recargar las baterías de sus teléfonos móviles reciclados.

A los 14 años, Kelvin fabricó su propia emisora de audio con la que pinchaba sus canciones favoritas, retransmitía partidos de fútbol e incluso daba voz a los problemas de sus vecinos gracias a sus amigos que eran los reporteros. A la emisora le siguió una auténtica mesa de mezclas, con un amplificador y varios micrófonos. Kelvin se convirtió en DJ Focus, toda una celebridad en su comunidad.

Visita al MIT con 17 años

La historia de Kelvin llegó a oídos de un investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), que lo invitó, con tan solo 17 años, a Estados Unidos para que compartiera su experiencia con estudiantes e ingenieros. Allí asistió durante dos semanas a todo tipo de talleres y perfeccionó sus conocimientos para tratar de desarrollar su siguiente proyecto.

Finalmente, con 21 años Kelvin se mudó a Canadá para estudiar Ingeniería, siguiendo su creencia de que la innovación puede cambiar el mundo. Él quería estudiar y luego volver para ayudar a su familia y a su comunidad. Kelvin siempre dijo que su madre era la razón de su inspiración, y que era por ella por quien había conseguido todo, y por eso esperaba poder ayudarla y también al resto de su comunidad.

Un inventor y un héroe

Actualmente, Kelvin es uno de los jóvenes inventores africanos más respetados y famosos. Ha tenido la oportunidad de hablar con líderes de varios países, así como ayudar en oenegés. Además, Kelvin es todo un héroe y un ejemplo a seguir, que lucha cada día por mejorar las condiciones de vida de su país, gracias a su curiosidad y sus ganas de innovar.

Para él, su mayor satisfacción es que gente de países con dificultades se animen a seguir su ejemplo y así poco a poco consigan mejorarlos. Un ejemplo de imaginación, inteligencia y superación del que todos deberíamos tomar nota.