Imagina por un momento que esa persona por la que sientes tanto cariño y afecto, tu cómplice de vida, un día comienza a hablarte de forma agresiva, ya no queda contigo, de repente tiene mil excusas para no verte y cuando lo hace, es como si no estuviera, como si ya no disfrutara del tiempo que pasáis juntos, al menos no como lo hacía antes. 

Sabes que algo le pasa, así que le preguntas. Nada, no suelta prenda. Te dice que no te lo va a contar, que le da vergüenza. ¿cómo te sientes?, ¿cómo te hace sentir saber que esa persona no confía en ti lo suficiente como para contarte que le pasa?, ¿cómo te hace sentir saber que esa persona, a la que tanto quieres, necesita ayuda y tú no puedes dársela porque no la acepta? Ahora imagina, por un momento, que esa persona eres tú.

Tres pasos para saber si te pasa algo

Igual que lo habrías hecho tú, tu círculo familiar, de amistades, etc. puede ser tu mayor aliado en los momentos más difíciles. Pero, para superar esos momentos, el primer paso es ser conscientes de que los estamos atravesando. Conócete, pregúntate por qué hoy has actuado de forma diferente, por qué has reaccionado así... Nadie mejor que tú puede saber qué ha cambiado en tu vida. ¿Lo tienes? Bien, avanzamos al siguiente paso: déjate arropar por los tuyos. 

No hace falta que sepan todo en todo momento, pero seguro que agradecen que les digas qué necesitas o cómo te hacen sentir. ¿necesitas estar una tarde en soledad? ¿o, por el contrario, necesitas estar con tu gente y que te distraigan? Díselo. Olvida eso de «si se lo tengo que pedir, ya no lo quiero» ¡Qué error! Nadie tiene esa famosa bola de cristal, aquí no jugamos a las adivinanzas. Si es lo que necesitas, díselo. 

Y si lo necesitas, da el tercer paso: Acudir a un profesional. El tiempo y la buena compañía son muy necesarios en los momentos difíciles, pero no siempre resultan suficientes. Todos en algún momento de nuestra vida podemos necesitar de una persona que nos sirva de guía, una persona que nos ayude a encontrar nuestro camino. 

Cuándo acudir a un psicólogo o especialista en salud mental

Y, por si no lo tienes claro, aquí van algunas pistas que te pueden indicar que es el momento de dar el paso:

  • Ese malestar que sientes crece cada día. Tanto es así que interfiere en tus estudios, en tus relaciones, etc.  
  • Ya no disfrutas de aquello que antes tanto te llenaba
  • Sientes estrés, ansiedad y/o tristeza de forma casi continua. La forma en la que te encuentras hace que no duermas bien.  
  • Has intentado salir tantas veces de esa situación que dudas de tus capacidades para hacerlo.
  • Sientes a tu entorno como una amenaza. Contestas de forma agresiva, respondes con irritabilidad, etc.
  • Los cambios de humor ya forman parte de tu rutina diaria y te cuesta expresarte con los demás.
  • Tu mente se inunda de pensamientos negativos que te dificultan el día a día.

Si sientes que varias de estas señales van contigo, quizá sea hora de pedir ayuda a un especialista.