La libertad puede entenderse de muchas formas: desde nuestra capacidad para elegir cómo actuar sin coacciones de ningún tipo hasta con la situación que vivimos actualmente poder estar en la calle pasadas las 23.00 horas. Sin embargo me voy a referir al término libertad adaptado a la convivencia en sociedad.

La seguridad parte de la libertad. Así se refleja en la teoría del contrato social que propusieron algunos filósofos ilustrados como herramienta para vivir a salvo en sociedad. Casi todo el planeta se rige por esta teoría: ceder libertad a cambio de ganar seguridad nos ha permitido avanzar y progresar juntos.

En Occidente nos hemos visto envueltos en una situación de libertad devaluada a cambio de ganar seguridad. Es el caso de Estados Unidos tras el atentado del 11 de septiembre de 2001. El presidente George Bush tomó la decisión de pinchar los teléfonos de los ciudadanos estadounidenses para evitar otro posible atentado.

Los problemas de ceder nuestra libertad

Lo que hay que plantearse es que cuando cedemos nuestra libertad nos enfrentamos a muchos problemas. Pese a esto no paramos de hacerlo continuamente: cuando dejamos que una aplicación recoja nuestros datos o ubicación nos estamos haciendo vulnerables. Privacidad y libertad están bastante unidas ya que la falta de la primera disminuye también la segunda.

Un ejemplo claro es el escándalo de Cambridge Analytica, en el que se recogieron los datos de 87 millones de usuarios en Facebook para modificar la conducta de estos usuarios en un proceso electoral. Donald Trump pagó 6,2 millones de dólares por obtener esta información y perfiles psicográficos de los ciudadanos para poner anuncios diferentes que condicionaban a la gente para votar a su favor.

Aún queda mucho camino por recorrer pero ya hemos presenciado grandes avances, como la aprobación del Reglamento de Protección de Datos, en 2018. En conclusión, considero que la seguridad sí es condición para el ejercicio de la libertad, pero como ciudadanos debemos buscar un equilibrio y decidir cuánta de nuestra libertad necesitamos o estamos dispuestos a ceder.