Conocer cómo eran y cómo se divertían los zaragozanos de hace dos milenios ha sido el principal objetivo de la visita al Museo del Teatro Romano de Zaragoza que hemos realizado los estudiantes de Bachillerato de Artes Escénicas del IES Pedro de Luna. Un viaje al pasado que ha servido también para acercarnos a los clásicos, uno de nuestros grandes referentes a la hora de dedicarnos al mundo de la interpretación y el arte dramático.

En la visita, el guía nos acompañó en un recorrido por el museo. Para empezar, realizó una introducción sobre la situación y las características de la ciudad romana. Nos comentó cómo era ésta antiguamente y cómo funcionaba económica, política y culturalmente. Seguidamente explicó la estructura de la ciudad, Caesaraugusta, cómo era su trazado y dónde estaban colocados cada edificio principal, sobre todo los dedicados al “otium” romano, al entretenimiento romano. Nos mostró maquetas, imágenes y restos arqueológicos que se encuentran de la ciudad y del teatro.

Después pasamos a ver maquetas y también, directamente restos del teatro romano: la situación del público, la puesta en escena, actores… También nos explicó cuestiones sobre la edificación del teatro romano y cómo se sentaba cada grupo social, es decir, la distribución espacial y detalles estructurales o técnicos del teatro.

Una de las maquetas del teatro de la antigua ciudad romana de Zaragoza que pueden verse en el museo. IES PEDRO DE LUNA

Una visita muy interesante

La visita me gustó mucho. No era la primera vez que iba al museo del teatro romano, pero aún así me pareció muy interesante, además que al tener un guía fue aún mejor porque en las otras ocasiones no tuve esa oportunidad. Lo que más me gustó de la visita es escuchar sobre la vida escénica en aquel entonces, es decir, cómo funcionaba la puesta en escena.

Nunca me dejará de fascinar cómo se les ocurrió a los romanos -heredado de los griegos- idear una máscara que además de servir para representar varios personajes al mismo tiempo, tuviese una función de ampliación para la voz, como lo hacen nuestros micrófonos hoy en día. Al igual que la majestuosa construcción que se usaba para las representaciones. Son soluciones de una gran maestría y eso nunca dejará de maravillarme.

Al final, cuando terminamos la visita e hicimos el saludo toda la clase en la parte donde correspondía al escenario, fue muy divertido.