El Colegio San José de Calasanz de Barbastro se vistió este miércoles de azul y amarillo, los colores de la bandera de Ucrania, para pedir la paz en este país del este de Europa que ha sido invadido por Rusia dando lugar a una guerra que dura ya varios días y que ha provocado centenares de muertes y un millón de desplazados.

La comunidad educativa, junto a representantes políticos y de distintas religiones, familias ucranianas y miembro de la Asociación de familias de acogida de niños y niñas de Ucrania, se dieron cita en un acto en el que se hizo un llamamiento a la paz con la lectura de un manifiesto en contra de la guerra.

Esta actividad forma parte del Pacto Educativo Global en el que está inmerso el centro. “Unimos nuestras fuerzas con una sola convicción: nuestro futuro, el futuro de los niños y las niñas no puede ser este”, dijeron los estudiantes en su discurso. María, Fátima y Álex, en representación de todo el alumnado del centro, leyeron este manifiesto por la paz.

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Lectura de un manifiesto por la paz en Ucrania en el Colegio San José de Calasanz de Barbastro COLEGIO SAN JOSÉ DE CALASANZ

Lectura del manifiesto

A continuación, el texto del manifiesto por la paz en Ucrania del Colegio San José de Calasanz de Barbastro completo:

Hoy en este simbólico acto, queremos mostrar todo nuestro desacuerdo frente a los intereses egoístas y destructivos de los países, que no son capaces de utilizar la vía del diálogo para solucionar sus desacuerdos. 

Reivindicamos la fraternidad y la solidaridad entre los pueblos.

¡No a la guerra! A ninguna guerra: ni en Ucrania, ni en Siria, ni en Yemen, ni en Mozambique, ni en tantos conflictos olvidados.

Nuestro deseo hoy es de unión en Barbastro con todas la comunidades educativas, instituciones públicas y privadas, comunidades religiosas, la asociación de familias de acogida de niños y niñas de Ucrania…

Todos juntos alzamos la voz como hermanos, ante la violencia y el sufrimiento que está generando esta absurda guerra.

Sufrimiento a tantas personas inocentes que en este momento necesitan de nuestra solidaridad.

La guerra entre Ucrania y Rusia es una crisis social y humanitaria que nos afecta a todos. La Cultura de Paz es, ahora más que nunca, un gran desafío y una responsabilidad tanto personal como colectiva, pues la paz surge también de ese compromiso unánime y constante de todas las personas que formamos la sociedad universal. 

Consideramos que la paz es mucho más que ausencia de guerra: La paz es un sinónimo de justicia e igualdad por el sentir de los otros.

Hoy nos ponemos en el lugar de las familias ucranianas y les acompañamos en su dolor, haciéndoles sentir que no están solos, como dice nuestro Padre General, Pedro Aguado lo mejor que podemos hacer por ellos es tenerlos muy presentes en nuestra oración personal y comunitaria.

Queremos llevar un mensaje de esperanza al pueblo ucraniano y a toda la humanidad entera, para que un mundo de paz sea posible. 

Todos y todas sumamos esfuerzos y voluntades hacia las personas más necesitadas y vulnerables.

No podemos parar la guerra, pero SÍ educar para la PAZ.

No podemos parar la guerra, pero SÍ alzar la voz contra la violencia.

No podemos parar la guerra, pero SÍ tener una actitud solidaria y fraterna. 

Debemos comprometernos en el respeto a la vida, al diálogo, el respeto pleno a la dignidad de las personas, a la defensa de nuestros derechos y libertades, a una educación más justa, que tenga en el centro a la persona y que tenga una comprensión más amplia y profunda de la realidad. Es necesario unir esfuerzos y construir el baluarte de la paz rechazando todo tipo de violencia y conductas intolerantes e inhumanas.

Nosotros, como alumnos y alumnas de este colegio, hoy más que nunca nos acordamos de todos los compañeros de origen ucraniano y sus familias que han pasado por nuestras aulas. Nosotros como jóvenes queremos vivir en un mundo en el que el DIÁLOGO sea el arma que todos utilicemos para solventar nuestras diferencias. Les pedidos a políticos, representantes de todas las religiones que unan sus esfuerzos, olviden sus desacuerdos y entre todos consigan una aldea global de PAZ.

Agradecemos a todos los que hoy habéis participado en este acto, agradecemos la lluvia que también hoy ha querido hacer acto de presencia y sobre todo agradecemos a todas las personas que luchan por conseguir un mundo fraterno y de paz.

Por ello todos gritamos: NO A LA GUERRA, SÍ A PAZ.