La muerte de dos jóvenes en Madrid en una reyerta entre bandas y las últimas redadas en discotecas de Zaragoza han puesto el foco en las pandillas juveniles violentas, a menudo llamadas latinas por el origen cultural de sus miembros. Aunque en Aragón son pocos los grupos y su incidencia, la aparición en los medios de comunicación de noticias relacionadas con las bandas ha hecho saltar las alarmas

La Policía Nacional, dentro de su Plan Director para la Convivencia y Mejora de la seguridad en los centros educativos y sus entornos, imparte charlas en los institutos sobre las bandas juveniles con el objetivo de «prevenir estas situaciones y que los jóvenes tengan información de los riesgos a los que se exponen por pertenecer o encontrarse con estos grupos», explica Carlos Franco, delegado de Participación Ciudadana en Zaragoza de la Policía.

Las charlas tienen una duración de 50 minutos y se dirigen a 3º y 4º de ESO y Bachillerato

Las charlas tienen una duración de 50 minutos y se dirigen a 3º y 4º de ESO y Bachillerato, ya que a estas edades es cuando suelen captar a sus miembros. «En algunos centros, por el tipo de alumnado, nos la piden antes», dice Franco, que asegura que, aún con todo y pese a la repercusión que está teniendo el tema, «es una de las charlas que menos se solicita».

¿Qué es una banda juvenil?

Lo primero que se enseña a los jóvenes durante la actividad es a identificar estos grupos. «Se habla de bandas latinas pero son grupos cada vez más heterogéneos, hijos de inmigrantes con nacionalidad española que se mezclan con personas de otros países», dice el agente. Lo que más llama la atención de estas bandas es la violencia, con el uso de armas blancas y machetes. «Es un tipo de violencia a la que no estamos acostumbrados aquí en España», cuenta el policía. 

Además, son muy importantes los símbolos, colores y vestimenta. «Dependiendo de la banda usan una simbología u otra: colores asociados a la bandera del país de origen, determinados gestos, tipos de ropa, gorras, pañuelos, etc.». Y es que una de las razones de ser de estos grupos es el «orgullo de pertenencia a algo, igual no encajo en el colegio, en la familia o en la ciudad y busco este sentimiento en este tipo de bandas».

Redada policial en una discoteca de Zaragoza para identificar a miembros de bandas juveniles de origen latino. REDADA DE LA POLICIA NACIONAL EN LA DISCOTECA GARDEN , BANDAS LATINAS DELICUENCIA

Las bandas juveniles cada vez lo son más, nutriéndose de adolescentes de 14, 15 y 16 años. La captación se realiza en parques y en centros educativos, y también en las redes sociales. Las bandas ofrecen a los menores más vulnerables «un punto de estatus, de reafirmación, de sentir que perteneces a algo pero de una manera negativa», incide el delegado de Participación Ciudadana, que recuerda que «en realidad los usan para sacarles dinero con el pago de cuotas y cometer delitos». 

Límites y consecuencias

De eso también alertan en sus charlas, ya que muchos jóvenes desconocen la responsabilidad penal de sus actos. Esta existe «a partir de los 14 años» y también antes, «pero en ese caso recae sobre sus padres», recuerda el agente. Además, no solo se trata de cometer un delito ya que el hecho de estar en el grupo, aunque no se lleve la iniciativa, puede tener consecuencias. «Si participamos de esa atmósfera intimidante o escondemos un móvil que ha sido robado, también somos responsables», advierte Carlos Franco.

El "orgullo de pertenencia a algo" es una de las razones de ser de estos grupos

Por eso, durante la actividad en las aulas también se comentan algunas noticias de prensa recientes como la detención de los Dominican Don’t Play (DDP) en Zaragoza, que afrontan hasta 80 años de cárcel por los delitos que han cometido, para que sean conscientes de que «si ingresan en una banda de este tipo, el recorrido va a ser muy corto».

¿Cómo escapar de ellas?

A la hora de saber si una banda ha captado a alguien de nuestro entorno hay que estar atentos a señales tan sencillas como el «cambio en la manera de hablar, de vestir, en las amistades o en el rendimiento escolar, o si en vez de quedarme con los amigos del instituto al salir de clase me viene a buscar gente de fuera», apunta el delegado de Participación Ciudadana. 

Charla impartida por un agente de la Policía Nacional en un centro educativo de la ciudad de Zaragoza. POLICÍA NACIONAL

La última parte de la charla está dedicada precisamente a cómo «comunicarse o denunciar» si intentan captarnos o somos víctimas de estas bandas, «para que no se sientan solos y puedan pedir ayuda a su entorno más cercano, como familia, docentes o policía».

Al mismo tiempo, también se informa a los centros educativos de que si tienen conocimiento de intentos de captación o si se están cometiendo delitos en el centro, pueden ponerse en contacto con la Policía para aumentar la seguridad, por ejemplo, con dispositivos preventivos en las inmediaciones. 

MÁS DE 120 SESIONES AL MES EN LAS AULAS DE LA CIUDAD DE ZARAGOZA

El objetivo del Plan Director para la Mejora de la Convivencia y Seguridad de la Policía Nacional es trabajar la prevención para evitar que los jóvenes cometan o sean víctimas de delitos. 

Para ello se imparten charlas en los centros educativos sobre temas diversos, como bandas juveniles, acoso escolar, violencia de género, o riesgos de internet y redes sociales. Esta última , según Carlos Franco, es la más solicitada y se completa además con sesiones para las familias. Fuera del plan también hay actividades sobre apuestas deportivas.

En total, los agentes imparten más de 120 charlas al mes en las aulas de la ciudad de Zaragoza. Estas se pueden solicitar a través del email: zaragoza.participacion@policia.es.