Acoso, insultos, comentarios hirientes... Esto es lo que se encuentran muchos influencers y personas de a pie al abrir sus aplicaciones en redes sociales de parte de otros usuarios que demuestran una gran falta de empatía. Son los llamados haters, que a diferencia de los trolls no se dedican a provocar conflictos y polémicas entre el resto de seguidores de una cuenta, sino que insultan y atacan directamente a la persona que hay detrás de ese perfil.

Casos como el de la representante española en Eurovision, Chanel, que cerró su cuenta en Twitter por los insultos recibidos tras ganar el Benidorm Fest, y el de otros personajes famosos que han abandonado las redes tras reconocer que el odio que reciben afecta a su salud mental, son un ejemplo de las consecuencias que el comportamiento hater tiene en la vida real. 

Acosar en las redes sociales

«Las redes sociales elevan a la máxima potencia la comunicación lineal, en menos tiempo el alcance es mucho mayor. Eso tiene una parte positiva de conexión e interacción, pero también una negativa», analiza Lola Sobrino, responsable de atención psicosocial de la asociación aragonesa por la salud mental, Asapme.

Con las redes sociales surgen nuevos fenómenos como el acoso digital y los denominados 'haters'. FERRAN NADEU

¿Qué les pasa a los haters?, ¿por qué se comportan así? Según la psicóloga, lo primero es diferenciar entre un hater y un opinador en contra de. «Verter opiniones es ejercer nuestra libertad de opinión y la gente que participa en las redes tiene que saber que está expuesto a la opinión de mucha gente y debe aceptar esas críticas». Pero el hater es diferente. «Tiene una intención de hacer daño, de descalificar, de acosar».

¿Quiénes son los 'haters'?

No existe un perfil único de hater aunque suelen ser «personas que están atravesando un mal momento, que no saben gestionar su propia frustración o inseguridad», dice la terapeuta. El aburrimiento, tener pocas habilidades sociales o estar resentido con el entorno son otras posibles causas, que se ven amplificadas por la idea de felicidad y perfección que transmiten las redes.

Hay un perfil de hostigador –para la especialista «el más peligroso y frecuente»–, que son «las propias víctimas o ex víctimas de acoso que sienten que la vida ha sido injusta con ellas y encuentran así un cauce de venganza y consuelo». Además, «la motivación también parte del desconocimiento de que se está cometiendo un delito. El acoso en redes puedes denunciarse y castigarse», asegura la terapeuta.

Consecuencias del acoso digital

Los haters se escudan en el anonimato que da el mundo virtual. Algo que llama la atención es que a veces decimos cosas a la gente en las redes sociales que no nos atreveríamos a decir cara a cara. «Resulta más sencillo actuar de esta manera porque si agredes a alguien en la vida real, es muy posible que te devuelvan la agresión», explica Sobrino y apunta que «el anonimato camufla muchas inseguridades y parece que pone a salvo tu integridad».

El 'hater' tiene la intención de hacer daño y herir a la otra persona, generalmente alguien famoso o influyente en las redes. LUONG THAI LINH

Son numerosos los casos de personas famosas que cierran sus perfiles para huir del azote de los odiadores. Según la terapeuta, las consecuencias dependen de la persona. «Si es segura, formada y con buena salud mental, no tienen que ser muy graves, pero si es vulnerable puede ser origen de depresión y ansiedad», y es que «el anonimato también impide dimensionar el peligro real».

¿Cómo combatir e los 'haters' en redes sociales?

Cualquier persona puede ser diana de los ‘haters’ en redes sociales. Lola Sobrino, que atiende en su consulta a víctimas de acoso tanto en el mundo físico como virtual, explica que la mejor manera de combatir este fenómeno es «educando a la gente en valores y difundiendo los riesgos y los daños que hacen este tipo de comportamientos».

Los rasgos físicos de la persona, su identidad sexual o su ideología, suelen ser motivo de insulto o burla. Visual Generation Inc.

Los mensajes de odio en redes sociales son un fenómeno cada vez más frecuente en una sociedad cada vez más polarizada y crispada. Los rasgos físicos de la persona, su orientación o identidad sexual, y su ideología suelen ser el motivo de las burlas que reciben a través de sus perfiles las víctimas de estos personajes.

Bloquear y denunciar

Si se está sufriendo este tipo de acoso, la recomendación es «bloquear y denunciar el perfil» desde el que se reciben los insultos o amenazas. «Estos comentarios son delito y tienen consecuencias penales», advierte Sobrino. Las propias plataformas tienen cauces para denunciar estos mensajes descalificativos e hirientes. 

En cuanto al resto de usuarios que son testigos del acoso, el consejo de la terapeuta es «no unirse» y tampoco «intentar combatir el odio con más odio». Lo ideal es «no participar y no incrementar el uso de las redes para estos fines», sostiene.

Por último, se debe «valorar que una red social es un reflejo de la vida misma y es un instrumento con el que se puede dañar a otros con la misma intensidad, pero con más difusión e inmediatez, y además las víctimas tienen menos opciones para defenderse»