Conforme vamos cumpliendo años la sociedad nos va regalando más responsabilidades y mayores exigencias. Para poder cumplir con todo ello, necesitamos estar centrados en lo que hacemos y volcar en ello una gran cantidad de energía ¿cómo? Una de las claves para ser más productivos es aprovechar los tiempos de descanso. Por ejemplo, la atención que prestamos al profesor en la tercera clase no es la misma que la que prestamos después del descanso. 

La cantidad de tiempo libre del que disponíamos cuando estábamos en Primaria nada tiene que ver con la cantidad de que disponemos, por ejemplo, en Bachillerato o la universidad. Contra esto poco podemos hacer. Los horarios de clase, el tiempo que necesito dedicar al estudio… y si a eso le sumamos un trabajo o el hecho de que somos seres sociales que necesitan pasar tiempo con los suyos… ¿qué me queda para el descanso?

El descanso más importante se produce por las noches. Que el sueño nocturno sea suficiente y de calidad es una pieza clave en el rendimiento diario, pero no es el único descanso que podemos realizar. Aquí te dejo algunas pistas:

1.El momento

Encuentra tu momento de descanso. No importa si es una hora o diez minutos, pero asegúrate de que en ese tiempo nada ni nadie te va a interrumpir.

2.Cambia de sitio

Siempre que puedas, realiza tu descanso en un lugar diferente al de trabajo o estudio. Esto evitará que tu cabeza se distraiga con ello. 

3.La técnica

Existen infinidad de posibilidades para el descanso (dar un paseo, un baño relajante, escuchar música, etc.). Encuentra aquella que más se adapta a ti. Deberás tener en cuenta que, si el objetivo es descansar de actividades que suponen un esfuerzo mental, aquellas que requieran tener una mente activa quedarán descartadas, por ejemplo, estar con el móvil no nos servirá para descansar del estudio. 

4.Bloquea distracciones

En ocasiones estamos tratando de descansar y se nos pasan por la cabeza las mil cosas que nos quedan por hacer. Una forma de sacarlas de tu mente es llevarlas a un papel. Así no tendrás que preocuparte de que se te olviden y, de paso, te puede servir para organizar tu día.

5.Conócete

Prueba diferentes formas y tiempos de descanso hasta que encuentres la tuya, pero, por el camino, pregúntate por qué no te sirven las anteriores.  

No te agobies si los primeros días no consigues descansar tanto como te habría gustado. Como toda técnica, el descanso también requiere entrenamiento. Así que ya sabes, comienza a practicar y convierte el descanso en un hábito para que puedas disfrutar tanto de él como de aquello de lo que necesitas descansar.