VIDA EN LAS AULAS

La hora del código: el alumnado del colegio Compañía de María de Zaragoza aprende a programar

El centro participa por cuarto año consecutivo en esta iniciativa mundial para introducir a los estudiantes en las ciencias de la computación

El centro ha participado en la iniciativa mundial 'La hora del código' por cuarto año consecutivo.

El centro ha participado en la iniciativa mundial 'La hora del código' por cuarto año consecutivo. / COLEGIO COMPAÑÍA DE MARÍA

El Periódico de Aragón

Por cuarto año consecutivo, el colegio Compañía de María de Zaragoza se ha unido a la iniciativa mundial de La Hora del Código. Con el objetivo de introducir a los participantes en las ciencias de la computación, desmitificando el código y demostrando que todos podemos aprender los conceptos básicos de la programación, surge esta campaña comunitaria apoyada por más de 200.000 educadores en todo el mundo.

En 2019, el centro educativo zaragozano se lanzó a organizar esta actividad con una gran acogida por parte de las familias y del alumnado. Tanto es así que, a pesar de la pandemia, se optó por mantener la actividad durante los años 2020 y 2021 con la modalidad a distancia participando cada uno desde casa pero manteniendo la esencia de la propuesta.

Este 2022 y en el mes de noviembre, han podido retomarlo presencialmente consiguiendo que durante una hora los participantes compartieran la experiencia de enfrentarse al lenguaje de la programación a través de las aplicaciones propuestas.

El alumnado ha realizado esta actividad en el centro durante las horas de tutoría y también desde casa.

El alumnado ha realizado las actividades en el centro durante la hora de tutoría o también desde casa. / COLEGIO COMPAÑÍA DE MARÍA

Desde las tutorías todo el alumnado se ha beneficiado de la actividad porque se ha presentado y dado la posibilidad de practicarlo en clase, y además se ha mantenido la opción de hacerlo en casa a aquellos que no han conseguido plaza presencial.

En el colegio, el profesorado encargado de la actividad recibió a los participantes divididos en tres grupos por etapas educativas, pudiendo ser acompañados por familiares en el caso de los más pequeños.

Al terminar, todos recibieron un diploma por su participación, pero lo más importante fue la satisfacción tras haber fomentado las habilidades para resolver problemas, la lógica y la creatividad, y el sentimiento de haber dado un pequeño paso en las ciencias de la computación.