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Inteligencia artificial: los robots se vuelven más 'listos'

Aunque ChatGPT la ha popularizado, la inteligencia artificial o IA forma parte de nuestra vida desde hace ya tiempo y su uso se extiende cada día más

La Inteligencia Artificial es la capacidad que tienen las máquinas de imitar la manera de pensar de los humanos.

La Inteligencia Artificial es la capacidad que tienen las máquinas de imitar la manera de pensar de los humanos. / EL PERIÓDICO

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

ChatGPT la ha popularizado pero lo cierto es que la inteligencia artificial, también conocida por sus siglas IA, forma parte de nuestras vidas desde hace ya tiempo, mucho más de lo que nos imaginamos. Asistentes virtuales como Alexa o Siri, motores de búsqueda como Google, drones, robots aspiradores o relojes inteligentes, son solo algunos ejemplos de lo que esta tecnología hace por nosotros en nuestra vida cotidiana.

Pero, ¿qué es exactamente la inteligencia Artificial y cómo funciona? Ricardo J. Rodríguez, profesor del Departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza, explica que la IA es "la capacidad que tienen las máquinas de imitar la manera en la que los seres humanos pensamos y aprendemos".

"Gracias a un gran volumen de datos y a unos algoritmos avanzados, las máquinas aprenden a realizar tareas por sí mismas y pueden mejorarlas a partir de la información que van adquiriendo", indica el también decano del Colegio de Ingeniería Informática de Aragón.

Robots en una fábrica de vehículos desarrollando tareas de montaje.

Robots en una fábrica de vehículos desarrollando tareas de montaje. / EL PERIÓDICO

Su uso está cada vez más extendido y presente en multitud de procesos en muchas profesiones y sectores como la industria, el transporte o la medicina. Los avances en la potencia informática, la disponibilidad enorme de datos y los nuevos algoritmos avanzados, han permitido que estos robots se vuelven cada vez más listos.

Aunque las películas de Hollywood y los libros de ciencia ficción representan a la IA como robots similares a los humanos que se apoderan del mundo, en verdad no es tan aterradora ni tan inteligente. "Es muy difícil que las máquinas lleguen a pensar como una mente humana, a generar pensamiento, ya que carecen de imaginación y creatividad", asegura Rodríguez.

Distintos tipos de Inteligencia Artificial

El Parlamento Europeo, que está muy interesado en el desarrollo de la IA y, sobre todo, preocupado por los dilemas que su uso plantea, clasifica las IA en dos tipos: las IA de software, donde entrarían los asistentes virtuales, motores de búsqueda o sistemas de reconocimiento facial o de voz; y la IA integrada, que engloba los robots, drones, vehículos autónomos o el Internet de las Cosas.

Según el profesor universitario, las IA también se pueden clasificar en función de su manera de pensar –por ejemplo, machine learning o deep learning–, ya que según la tarea que se les asigne, las máquinas piensan y aprenden de una forma o de otra.

Los coches autónomos que se conducen solos son un ejemplo de IA.

Los coches autónomos que se conducen solos son un ejemplo de IA. / EL PERIÓDICO

¿Qué riesgos conlleva el uso de esta tecnología?

La llegada de ChatGPT ha marcado un antes y un después en el conocimiento que la gente tiene de la IA. Como dice Rodríguez, "es la primera vez que las personas han visto la capacidad que tienen las máquinas de pensar y adaptarse a lo que se les está diciendo".

Asimismo,ChatGPT ha dado una idea de los riesgos que conlleva el uso de esta tecnología, por ejemplo en las aulas a la hora de hacer deberes, o los puestos de trabajo que puede eliminar.

En este caso, el docente considera que la IA hará desaparecer algunos empleos pero también creará otros nuevos a medida que las empresas se adapten a esta nueva herramienta. Por ejemplo, harán falta más programadores y también filósofos para resolver algunos de los dilemas morales a los que las máquinas deben hacer frente para seguir imitando a los humanos.  

ALERTA POR LOS SESGOS DE RAZA O GÉNERO

Según datos de la UE, el 61% de los europeos está a favor de la IA y de los robots, pero el 88% cree que necesitan un cuidado particular. El hecho de que las máquinas piensen es visto con recelo por gran parte de los humanos, que como en todos los avances apelan a la ética y al uso responsable de la tecnología . 

El profesor de la Universidad de Zaragoza, Ricardo J. Rodríguez, explica que la IA conlleva muchas ventajas para las personas. En campos como la medicina, el uso de datos y algoritmos avanzados puede ayudar al diagnosticar mejor enfermedades y a hacer nuevos descubrimientos que mejoren nuestra salud. En el transporte puede mejorar la eficacia haciendo que los vehículos viajen solos, lo que se conoce como vehículos autónomos. También en la industria, la IA puede hacer que los robots realicen las tareas que son más peligrosas preservando la seguridad de los trabajadores.

No obstante, esta tecnología también conlleva algunas amenazas, como son los sesgos. Wikipedia define el sesgo como "un peso desproporcionado a favor o en contra de una cosa, persona o grupo en comparación con otra". 

Al imitar la mente humana, la IA aprende de la realidad a través de los datos que la rodean. Si los datos están sesgados, la IA interioriza los mismos sesgos (de género, raza, religión, etc.), es decir, refleja los valores de los humanos que la han creado. Rodríguez pone como ejemplo del riesgo que supone a Holanda, donde un sesgo en una IA creada para detectar el fraude fiscal acabó con la dimisión del gobierno.