Cerco a las redes sociales

Australia ha sido el primer país en limitar su acceso por ley, y España lo incluirá en la ley orgánica de protección de los menores, pero los expertos abogan por educar en el buen uso

Tres jóvenes miran sus redes sociales.

Tres jóvenes miran sus redes sociales. / Servicio especial

Eva García

Eva García

El debate está servido; y otra vez con los adolescentes como protagonistas. Los adolescentes, los móviles y las redes sociales. El mundo se mueve para ponerles coto. Australia ha sido el primer país del mundo en limitar por ley su acceso. 16 años. España plantea seguirle, ya que esta misma prohibición está incluida en la futura ley orgánica para la protección de los menores en los entornos digitales. Hasta ahora en España la edad mínima era de 14 años.

Aragón ya vetó los móviles en horario lectivo en Primaria y Secundaria, una buena medida, porque de lo que se trata es de «educar» a adolescentes y también a los adultos a que «hay periodos en on y periodos en off», es decir, momentos en los que se puede utilizar tecnologías y redes sociales pero otros en los que no. Es mejor entonces una escucha activa o una conversación, explica Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía.

Para el experto, la medida implantada en Australia «no la vemos viable para extenderla en España» porque «la prohibición no es la mejor manera de regular». Y a esto hay que añadir que en estos momentos, los chavales de 14 y 15 años ya pueden tener redes sociales, así que además, podría ser «contraproducente».

De ahí la propuesta en la que llevan insistiendo mucho tiempo, «avanzar en el uso racional» de las nuevas tecnologías, para saber «cuándo podemos estar conectados» y, sobre todo, promocionar «su buen uso», que no sirvan para «hacer chantaje o ciberacoso». Las denuncias por desnudos con Inteligencia artificial han crecido en los últimos meses.

No a los filtros de belleza

Las redes sociales han comenzado a dar algún paso. Instagram ha abierto una cuenta para chavales donde se refuerza la seguridad; Facebook (la edad mínima es de 13 años) también ofrece supervisión de los padres; Tik Tok, por ejemplo, restringirá algunos filtros de belleza a los menores, que por cierto tienen mucho seguimiento. Esta es la última novedad anunciada por la red social, con el objetivo de que no se publiquen imágenes poco realistas que dañen su autoestima. Es decir, los menores no podrán agrandar los ojos, reducir las mejillas, suavizar el tono de piel o rellenar los labios; sí que se mantendrán otros filtros más humorísticos como los que hacen las orejas más grandes o añaden narices de animal.

Las tecnológicas «se están dando cuenta de que si no se ponen las pilas llegarán medidas como la de Australia», asegura Planas. «No se trata de la gran sequía o la gran remojada» pero sí que se están viendo problemas nuevos como la cosmeticorexia, «un problema similar a los trastornos alimentarios, y es esa obsesión por aparecer guapo, sin arrugas, con ese ideal de belleza que exige tanto a los adolescentes». Pero no solo, también están en aumento problemas como la anorexia y la bulimia y otros trastornos como la vigorexia o la ortorexia, que antes no existían. Y previo a esto, la falta de autoestima que puede provocar ver la vida tan perfecta de las «mal llamadas influencers», explica.

Las grandes compañías «deberían estar obligadas a que determinados contenidos «estuvieran vetados a distintos tramos de edad» para evitar el acceso, por ejemplo a la pornografía. Pero también es responsabilidad de los padres (control parental) que estén con él por la noche o cuando estudien o hagan mal uso de las redes sociales porque les llega «información sin filtrar». En la calle, los padres ponen medidas «para ver con quién hablan o con quien pasean; pero no en las redes sociales, porque una persona que dice tener 15 años igual no los tiene». Y para un joven, incluso para los adultos, es fácil ser engañado.

Instagram abre una cuenta para adolescentes

Instagram crea una cuenta denominada para adolescentes. La primera medida es que son privadas por defecto las de todos los menores de 18 años, es decir, las personas que no los siguen no pueden ver su contenido. Además, limita quién puede ponerse en contacto con los chavales, tampoco etiquetarlos ni mencionarlos; y el contenido que estos ven. También ayudará a garantizar que su tiempo esté bien invertido, aseguran desde la red social. Además, los adolescentes recibirán notificaciones si pasan más de 60 minutos al día. Y el descanso se activa de 22.00 a 7.00 horas.   

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