Viaje por la historia de la humanidad: el IES Ángel Sanz Briz de Casetas hace parada en la Antigua Grecia

Tras visitar la Prehistoria y el Antiguo Egipto, el alumnado ha conocido a personajes de la talla de Arquímedes, Aristóteles e Hipatia a través de 22 estands de temáticas muy diversas

Lola Carrasco

Bienvenidos a una cápsula en el tiempo, otra parada más. Hace tres años, el IES ángel Sanz Briz de Casetas decidió comenzar un viaje por la historia de la humanidad, apeándonos en las cavernas de la Prehistoria en 2022 y disfrutando de las puestas de sol tras las pirámides levantadas por las dinastías del Antiguo Egipto. Esta vez, la Antigua Grecia fue la elegida.

Creo que todos alguna vez hemos imaginado cómo hubiera sido vivir allí. Sería magnífico inmiscuirse en el interior del Partenón, estar en el puerto de Atenas y ver el ajetreo de los comerciantes, oler las especias entre el bullicio de la gente, sería curioso comprobar si Aquiles realmente estuvo dentro del caballo de Troya o poder conversar con la vasta saga de filósofos, matemáticos, astrónomos… de la talla de Arquímedes, Aristóteles, Hipatia o Themistoclea de Delfos. Seguro que los críos en estos tiempos se reunían al atardecer al refugio de la lumbre mientras los mayores contaban historias terroríficas de míticos dioses griegos para amedrentarlos y calmar sus cuerpos. Imaginad la cara horrorizada de los más pequeños al escuchar cómo Crono se comía a sus propios hijos, Medusa petrificaba a quien la miraba o el ogro Argos vigilaba con sus cien ojos a quien Hera mandara.

El lugar es la excusa para unir a más de 300 personas, entre docentes del IES Ángel Sanz Briz, no docentes, alumnado de nuestro instituto, alumnado y docentes de los colegios públicos adscritos (CEIP Martínez Garay, CEIP Infanta Elena, CEIP Ricardo Mur, los tres de Casetas; CEIP Ramón y Cajal de La Joyosa, CEIP Subpradel de Sobradiel y CEIP Montes del Castellar de Torres de Berrellén). Con cada año que pasa, son más los departamentos que participan en este proyecto, este año, han sido 22 los stand propuestos con temáticas muy diversas con un objetivo común: conocer más de Grecia, sus habitantes y sus costumbres, sus logros y algunas penas también, ¡la vida misma!

Y la historia comienza cuando llega nuestra cantera del próximo año, casi 140 estudiantes de 6º EP, unos 70 por jornada, acompañados de sus profesores, orgullosos e ilusionados, tanto o más que sus niños. Son acogidos en el salón de actos por el alumnado de 1º ESO, caracterizados de griegos y evocando pasajes de la mitología griega. Estos dan paso a los pupilos de Cultura Clásica de Bachillerato, que centran el lugar, fecha y periodos donde se van a desarrollar los talleres. Al finalizar, se reparten unas chapas diseñadas con mimo, representando ocho dioses y diosas griegas, que van a suponer, sin ellos saberlo, la creación de grupos intercentros para promover los lazos que puedan reafirmarse en unos meses entre ellos. Cada grupo es dirigido por un alumno coordinador, que los acompañará durante casi dos horas por todos los puestos que los esperan en el gimnasio y el patio. Un sello por temática y un cartón completo a canjear al final por unos bálsamos realizados por los propios alumnos que participan en los talleres de huerta del centro.

Creando vínculos

Los grupos salían nerviosos hacia el exterior, agarrados a su Ares, a su Afrodita, a su Hermes... Era una mezcla de sensaciones: la emoción de pisar ya el instituto meses antes de septiembre y la de ver caras nuevas de los que serán sus profesores y compañeros de patio en poco tiempo. Todo ello unido a la incertidumbre de lo que iban a descubrir: olimpiadas deportivas, rutas comerciales y productos de intercambio, tocar las monedas de la época y sus equivalencias; hablar con los filósofos más representativos de grecia; ver los inventos del mismísimo Arquímedes; las 8 columnas que decoraban los frontales del Partenón y las 17 sus flancos laterales; escuchar la historia del caballo de Troya contada por historiadores ingleses de este siglo y su uso por los hackers actuales; escuchar las notas musicales que resonaban en los templos; poder demostrar el teorema de Pitágoras con nuestras propias manos; admirar la influencia en la actualidad de la estética griega; comprobar la suavidad de la planta real del algodón y las raíces, cáscaras y minerales que empleaban para teñir los tejidos de la época; jugar a escribir en griego nuestro nombre; crepitar al aventurarnos en el oráculo de Delfos y saber más de nuestro futuro; conocer de las embarcaciones empleadas en la mar; reconocer y tocar la forma de un ánfora; oler las aromáticas que aderezaba conservas, comidas y estancias…Pero no iban solos, estaban acompañados de los mejores guías, alumnos del propio centro, alumnos que seguirán el próximo curso y en los que podrán apoyarse.

Y de estas jornadas nos quedan mil recuerdos, de los buenos que tendremos toda la vida. Es indudable el vínculo tan positivo que se crea entre todos los participantes, ya lo hemos comprobado, es esa llamita que hace que la entrada cada curso sea menos impactante, más suave; con la ilusión de volver a ver a los compañeros de cursos superiores que fueron nuestros guías, del amiguete que hice de este u otro pueblo, del profesor que será un referente en mi vida, esperemos que para bien, o el lazo que docentes de todos los centros participantes estrechamos cada año más, para organizar nuevos proyectos y nuevas excusas para juntarnos y hacer una buena docencia, eso es calidad de educación.

Han sido cuatro meses de reuniones, quedadas con el alumnado, llamadas, correos, nervios… Pero, ¡vaya si ha merecido la pena! Agradecer en nombre del IES ASB la asistencia de los profesores acompañantes de los colegios, la dedicación y paciencia del profesorado y ¡cómo no! el lujo de contar con vosotros, nuestro alumnado, la razón de estar y embarcarnos en estos pequeños líos, os apreciamos muchísimo, no lo dudéis.

Y esto no acaba aquí, le tenemos el lazo echado a una fíbula celtibérica, no os contamos nada más…

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