Carlos Pauner (alpinista): “Cuando lo tienes todo perdido, lo que hagas es para ganar”

El primer aragonés en coronar los catorce ochomiles de la Tierra compartió con el alumnado del Virgen del Pilar una charla muy inspiradora en la que insistió en la importancia del camino, frente al destino, como vehículo de transformación de las personas 

Carlos Pauner, con el equipo que llevó a cabo la entrevista.

Carlos Pauner, con el equipo que llevó a cabo la entrevista. / E. P.

Equipo de prensa del IES Virgen del Pilar

¿Qué cualidades debe tener un buen alpinista?

Una buena gestión del tiempo, control, valor y disciplina.

¿Cuáles son las habilidades necesarias para escalar una montaña?

Las cinco habilidades básicas son una buena preparación física y técnica, resiliencia y fortaleza mental, paciencia y perseverancia, adaptabilidad y gestión de la inmediatez y el conocimiento y respeto por el entorno.

Tras desaparecer tres días sin dar señales de vida en el Kangchenjunga, ¿cuál fue la reacción de tus seres cercanos?

Entonces estaba casado y tenía una hija. Lo pasaron mal, pero mi hija estaba ya acostumbrada a que me iba y volvía, y mantuvo la esperanza. Mi madre y mi hija siempre mantuvieron la esperanza de que volvería, a pesar de que la gente ya estaba preparando mi funeral. 

¿Cómo te sentiste durante los 3 días sin recursos en el Kangchenjunga?

Esos 3 días fui muy práctico, fui consciente de que pararme y lamentarme no me iba a ayudar para nada, con lo cual me puse manos a la obra desde el principio, sin pensarlo, tomé la decisión de bajar, aunque fuera difícil y seguramente muriese por el camino. Cuando ya lo tienes todo perdido, todo lo que hagas va a ser para ganar. Así que me dispuse a aguantar, a orientarme, a buscar un camino… No fue fácil, tuve que parar en aquellos momentos donde tenía que hacerlo, soportar el mal tiempo…, pero poco a poco te vas reforzando moralmente porque cada vez estás más abajo, tienes más oxígeno, te sientes mejor y estás cerca de cumplir el sueño de salir. 

¿Cuál fue la mayor dificultad que experimentaste durante los catorce ochomiles? 

Las mayores dificultades que he experimentado en la montaña han sido las alucinaciones por el frío y la falta de oxígeno y la muerte de amigos. 

¿Qué es para ti el alpinismo?

Para mí, el alpinismo no es un deporte porque no hay un estadio, no hay unas reglas, pero lo considero una actividad deportiva muy dura y difícil, aunque fascinante, en la que ves los lugares más hermosos de nuestro planeta. Para mí, las montañas son el ecosistema más maravilloso, con valles, nieve, glaciares… Poder desarrollar una actividad deportiva intensa en un lugar tan hermoso como las montañas me parece extraordinario. El alpinismo ha sido mi motor de vida. No sólo es mi profesión, lo es todo. 

En un minuto

Una lectura: Las ratas - Miguel Delibes

Una película:Gladiator

Una canción: Rock & Roll - Led Zeppelin

Un viaje: Antártida 

Un sueño realizado: Subir las 14 montañas más altas del planeta

Un sueño por realizar: Subir los 5 sietemiles de la antigua Unión Soviética 

Una palabra: Confianza

Una persona inspiradora: Gaston Rébuffat

¿Cómo descubriste tu pasión por el montañismo y cuándo decidiste que querías dedicarte profesionalmente a ello?

Empecé a amar el alpinismo a los 15, cuando miré un libro sobre alpinismo y lo compré; y a partir de allí decidí ir todos los fines de semana a escalar y a la nieve. Pero fue desde mi primera expedición en el 1995 al Himalaya, cuando decidí dedicarme profesionalmente y enfocarme por completo en mi proyecto de ascender los catorce ochomiles.

Has logrado ascender los 14 picos de más de 8.000 metros. ¿Cuál de esos ascensos te resultó el más desafiante o el que más te marcó emocionalmente?

Sin duda el Kangchenjunga, es una montaña muy desafiante, difícil en términos de escalada y con una climatología muy adversa. No es una montaña bonita, es desafiante, como una muralla. 

¿Cómo describirías esa relación especial que tienes con la naturaleza en situaciones tan extremas?

Es una conexión en donde la naturaleza puede parecer que nos maltrata, pero realmente no es así. Las montañas no son ni malas, ni buenas, ni justas, ni injustas. Las historias las ponemos nosotros. La montaña es un medio hostil, un medio difícil que hay que saber valorar, saber que te va a ofrecer lo mejor y lo peor. Es como un amor-odio, pero quitando la parte de odio: una montaña no quiere matarte, simplemente es la naturaleza. 

¿Qué es lo mejor que has aprendido en esta vida?

Sin duda, que en esta vida no es tan importante centrarse en los resultados, como centrarse en el camino para llegar a ellos. Lo más importante es el camino que recorres, cómo te transformas tú como persona, cómo te conoces, cómo conoces a otras personas… Las experiencias más importantes son con las personas, no con las cosas o los resultados. Al final, lo que marca la diferencia es nuestra relación con las personas, de aquí y de otros lugares. 

Tracking Pixel Contents