Los códigos ocultos de 'Adolescencia': las lecturas que nos deja la serie que arrasa en Netflix

Pocas son las personas que cuando escuchan la palabra «adolescencia» piensan en esa etapa vital y no en la exitosa serie británica producida por Netflix. Este drama dirigido por Philip Barantini ha conseguido, con solo cuatro capítulos, concienciar a padres, madres, hermanos o profesores de cualquier adolescente. Y no solo eso, ha puesto de manifiesto una realidad que hasta ahora se pasaba por alto, el alarmante aumento de la misoginia y el odio entre los más jóvenes.

Rodada prácticamente en un continuo plano secuencia, es decir, sin cortes, Adolescencia relata un asesinato machista y todo lo que conlleva un acto de este calibre cometido por un joven de 13 años: su entorno, su familia, la culpa, el castigo, el miedo o la impulsividad.

El hecho de que los propios padres de Jamie, interpretado por Owen Cooper, no conocieran las intenciones del menor ni estuvieran al tanto de su situación social, refleja la gran falta de comunicación entre los adolescentes y sus familias. De ahí que uno de los objetivos principales de este drama se centre en la importancia de la confianza familiar, de crear un entorno seguro en el que todos los miembros de la familia puedan hablar y expresar sus sentimientos y emociones.

Es una de las lecturas que hace sobre la serie Paco Royo, vocal de la junta directiva de Asociación Aragonesa de Psicopedagogía y psicólogo y orientador escolar. Según Royo, las familias «cada vez tienen menos confianza», un hecho que se debe principalmente por al «binomio entre el exceso de tiempo en redes sociales y la falta de comunicación», añade.

El 15% de los adolescentes sin problemas previos de salud mental se autolesiona

España es el país desarrollado donde los menores de 18 años pasan más tiempo en las redes sociales, siendo Tik Tok la más utilizada. Para el orientador escolar esto supone un «riesgo integral para la familia», ya que «al refugiarse en Internet, los más jóvenes se van cerrando en sí mismos». La solución, apuntilla Royo, pasar por limitar ese tiempo y favorecer los espacios de encuentro dentro del hogar, como «comer todos en la misma mesa y sin pantallas delante». 

Una realidad alarmante

La manosfera o machosfera es uno de los términos con los que esta serie ha sorprendido al público más adulto y se refiere a una red de sitios web, blogs o foros donde se promueve la masculinidad enfatizada, la hostilidad hacia las mujeres o misoginia y una fuerte oposición al feminismo. Adolescencia saca a relucir esta realidad, deja ver, de una forma muy velada, la influencia que tienen este tipo de discursos sobre Jamie. Un Jamie que apenas puede contener la ira cuando se encuentra a solas con una mujer, su psicóloga. El problema llega cuando esta realidad traspasa las pantallas. Según Royo la manosfera «está viva en las aulas» y aunque «no es muy común, basta con que cinco alumnos hagan ruido y los otros 25 se callen para que se produzca un retroceso en la sociedad», indica el orientador.

Adolescencia, la vida en un solo plano

Esa conversación con la psicóloga es lo que hace del capítulo tres uno de los momentos más aclamados por la crítica, y que para Royo, «se debería enseñar en los institutos». «Vemos la realidad tal y cómo es, Jamie tiene ataques de ira hacia la mujer y confiesa lo que ha hecho pero no admite que eso sea malo», desgrana el orientador. Para él, lo «más terrorífico es la falta de culpa», algo intencionado por parte del director para que el espectador sea consciente de cómo afectan ciertas influencias nocivas a los más jóvenes. Términos como incel, red pill o la Ley del 80/20 afloran en un submundo que relega a la mujer a un plano inferior, pero también apuntan a una necesidad de ocultar su significado. El orientador escolar analiza esta situación y explica que los adolescentes «crean y desarrollan una simbología que solo ellos entienden», alejando así, añade, a los adultos que quedan «completamente a ciegas».

¿Podríamos haber hecho algo más?

Tras la sorpresa, vuelta a la normalidad, o lo más parecido a la normalidad. La otra cara de este drama pone el foco en el entorno del joven asesino, en cómo su familia intenta rehacer su día a día. «Para un padre es muy duro admitir que no conoce a su hijo», medita Royo. El orientador escolar comenta que es «complicado» mantener una relación de confianza con los hijos, «pero se debe intentar, porque sí que se podría haber hecho más», sentencia.

La desesperación, la culpa y la incertidumbre de saber si «podría haber tenido un final diferente» se refleja en la lucha interna del padre de Jamie, interpretado por Stephen Graham, cuya actuación está destinada a hacer que padres, madres y tutores reflexionen sobre la relación con sus adolescentes. «Esta serie busca remover algo en la conciencia de los adultos», resume Royo. Lo que se pretende es conseguir que «padres e hijos se sienten a hablar, pasen tiempo juntos y forjen una relación sana y de calidad», concluye el orientador.

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Reflexión final

Adolescencia habla del uso y el abuso de las redes sociales y del odio en las aulas, esos espacios que tendrían que ser de protección. Habla de confusión e incertidumbre pero, sobre todo, resalta la imperiosa necesidad de confiar en la familia, de buscar ayuda cuando se necesita y de intentar comportarse como un adulto teniendo 13 años.  Para Royo es «una serie dura e incómoda, pero más incómodo es el futuro que nos espera si no ponemos freno a estas actitudes misóginas».