Un grupo de alumnos del IES Río Gállego de Zaragoza hace un viaje de estudios diferente: esfuerzo, cultura y amistad

Un grupo de alumnos del IES Río de Gállego de Zaragoza realizan el Camino de Santiago / IES Río Gállego
El Periódico de Aragón
Antes de cerrar el curso, un puñado de jóvenes del IES Río Gállego se embarcó en una aventura cuyos precedentes habían sembrado una semilla. No se trataba de una propuesta virtual. Tampoco tenía que ver con cruceros a las Bahamas, ni waykikis en lugares exóticos. El curso anterior habían iniciado el camino jacobeo aragonés, de Somport a Jaca, y el gusanillo de la intrepidez ya pululaba en nuestras entrañas.

Un grupo de alumnos del IES Río de Gállego de Zaragoza realizan el Camino de Santiago / IES Río Gállego
Para hacer más profunda esta experiencia, los alumnos recogieron sus reflexiones en un cuardeno de viaje que les acompañó durante las largas caminatas:
Keiryn Gonzáles
Comenzamos un domingo en la estación intermodal Delicias. Para muchos era un día más; pero para mí era el más esperado de los últimos tiempos... andaba confusa y turbada por las muchas emociones que se agolpaban. Tomamos un tren, al que subimos el equipo, rumbo a Logroño. Me pareció que todo alrededor era muy lindo, lo que ayudó a menguar el tiempo de espera. Aunque la capital riojana nos recibió con espectáculos, música y ambiente medieval; habíamos de llegar a Navarrete (es la ley del caminante jacobeo)... y ya desde el comienzo quedó claro que mi calzado no era el adecuado. Menos mal que Javier había llevado unas deportivas extras y pude cambiarme. Pudimos, pues, llegar al ansiado albergue y dormir, tras una primera andada que ya nos había resultado fatigosa.
Al amanecer había que seguir tirando, y pronto se puso de manifiesto que mi amiga Kiné y yo íbamos a ser las sufridoras del grupo. Así habían de pasar los días; por Nájera, Santo Domingo, Belorado... Si íbamos al margen de la carretera nacional, los camioneros nos regalaban simpáticos saludos y ánimos con sus bocinas, a veces musicales. Las escenas eran realmente divertidas; y entre paseos y paradas, íbamos haciendo amistad con otros peregrinos, bromeábamos entre nosotros y nos refrescábamos en momentos de debilidad. No era sólo agotamiento; había diversión y alegría.

Un grupo de alumnos del IES Río de Gállego de Zaragoza realizan el Camino de Santiago / IES Río Gállego
Fue muy emocionante llegar a Burgos, nuestro destino. Ya no podía caminar más; casi todos habíamos tenido que luchar con las ampollas y, gracias a nuestra enfermera Alba se nos iban curando al final de cada etapa. Nos daba mucho amor. A mí, por ejemplo, siempre me daba un beso de buenas noches. La monitora llegó a convertirse en algo más que una amiga; nos hacía sentir bien, y eso me daba fuerzas para dejar atrás la soledad, y experimentar impulsos para seguir adelante. Hablamos de muchas cosas y aprendí mucho de ella.
La otra monitora, Bea, es una chica muy guapa; siempre amable y servicial; pero también más callada. Caminaba rápido y solía integrarse en el grupillo de cabeza.
El profesor nos comprende y sabe cómo motivarnos. Los responsables nos ayudaron, a veces, con las mochilas; nos hacían regalos... es mucho lo que hicieron y hacen por nosotros.
Gracias al camino aprendí muchas cosas. Puse los pies en la tierra, y supe que cada esfuerzo tiene su recompensa. He aprendido el valor de ayudar a las personas, de comprender situaciones que hace mucho no terminaba de resolver.
Si hubiera una nueva etapa por acometer, aun en mi cansancio, me pondría a ello. Por las vivencias que te regala cada día, y lo que aprendes de otros. Lo recomiendo al cien por cien.
Por otra parte, hubo personas que se acercaron a mí para pedir ayuda o consejo. Y no dudé en hacerlo. Jamás negaré mi ayuda a quien lo necesite.
No es el camino, ni el cansancio.
Es lo que vives y aprendes de él.
Vive tu vida
antes de que la vida
te viva a ti."

Un grupo de alumnos del IES Río de Gállego de Zaragoza realizan el Camino de Santiago / IES Río Gállego
Daniel
No es un simple viaje de peregrinación, sino una experiencia que cambia la vida de forma total. Hace que surjan reflexiones y experiencias que te marcan para siempre. Te haces verdaderamente consciente de lo bueno que es cuando has vuelto. Ha sido bello, y me ha permitido conocer personas increíbles, como Rose, americana de Boston; con la que me iba reencontrando en momentos inesperados en sucesivas etapas.
Ha sido genial hacerlo en equipo. He aprendido, también, a valorar lo que otros hacen por mí."

Un grupo de alumnos del IES Río de Gállego de Zaragoza realizan el Camino de Santiago / IES Río Gállego
Hugo
Ha sido una experiencia fantástica que no voy a olvidar. Me ha gustado mucho el compañerismo, el ayudarnos entre todos haciendo las comidas; sobre todo el pollo de Ousman; estaba realmente bueno. Gracias a quienes han hecho posible esta actividad...
Gracias, también, a Francisco, Aharón, Jorge, Samuel. Los doce somos conscientes de haber visto, olido, saboreado, interiorizado; momentos difíciles, divertidos, geniales; que se han grabado en nuestras almas, y piden salir a iluminar nuestra y, quizá, otras vidas.
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