- Como trabajadora de una entidad financiera en el medio rural, ¿percibe que las mujeres rurales tengan más dificultades para desarrollarse o emprender?

- Desde Caja Rural de Aragón en Fuentes de Ebro, considero que desde hace ya unos años la sociedad ha ido evolucionando positivamente y tanto mujeres como hombres tenemos las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse profesionalmente.

- ¿Ha conocido a mujeres emprendedoras en el medio rural? ¿Se les da los suficientes apoyos?

- Efectivamente. Cada vez tenemos más clientas que se animan a ser jóvenes agricultoras y emprender con la mayor de las ilusiones. Desde Caja Rural de Aragón les tendemos la mano, ayudamos en todo lo que podemos y acompañamos desde sus inicios que siempre son duros. Basamos nuestra relación en la confianza cercanía y profesionalidad, ofreciendo un asesoramiento personalizado. Para nosotras las personas no son números. Tienen nombre y apellido.

- Muchas veces el desarrollo de la mujer a nivel personal, social y laboral se puede ver frenado por las dificultades de conciliación. ¿Se ha encontrado con esa situación?

- En Caja Rural de Aragón tenemos toda serie de facilidades para conciliar así que he tenido la suerte de no vivirlo de una forma cercana, aunque es cierto que es una realidad conocida por algunas mujeres. Afortunadamente tanto la sociedad como las organizaciones están experimentando cambios positivos y de una forma cada vez más visible hacia la conciliación y la igualdad efectiva. Todo avance suma, por pequeño que sea, y es tarea de todos concienciar nos y trabajar por este objetivo.

- ¿Hace falta desde las administraciones promover nuevas políticas que faciliten e inviten a las empresas a implantar medidas de conciliación real?

- Hoy en día es de vital importancia que exista de una conciliación real. Se han dado grandes pasos en los últimos años, y en general, los avances son positivos. En los últimos meses, debido a las circunstancias especiales que nos han acompañado con la pandemia, las organizaciones se han visto forzadas a adaptarse con mayor celeridad a nuevas formas de trabajo, contribuyendo con ello a la flexibilización y en la medida de lo posible, a la conciliación. Todos los apoyos en ese sentido son muy positivos.

- De unos años a esta parte es visible un mayor empoderamiento de la mujer. Pero parece que este proceso no es homogéneo entre las ciudades y el medio rural, o entre mujeres de distintas clases. ¿Es una percepción o es real?

- Aunque es posible que en determinados sectores o colectivos este proceso no lleve la misma velocidad o no sea tan visible, creo que el sentimiento de empoderamiento es compartido y es algo general, a nivel social y a nivel institucional. Obviamente, es mucha mayor la visibilidad de las mujeres que le dan voz a esta tendencia cuando pertenecen a zonas urbanas o a determinados colectivos. En cualquier caso, y afortunadamente, es un movimiento que ha llegado para quedarse y que debemos ayudar a impulsar ya que la igualdad no solo es necesaria sino que es enriquecedora para la sociedad.

- La igualdad de género es uno de los 17 ODS de la Agenda 2030. ¿Cree que seremos capaces de alcanzar esa igualdad en nueve años?

- El objetivo es ambicioso y alcanzar la igualdad plena en todos los sectores y territorios es complejo, pero siempre es más fácil avanzar cuando se tiene clara la meta y existe una concienciación colectiva y , en ese sentido, vamos por el buen camino. Empresas como Caja Rural de Aragón se encuentran muy comprometidas recorriendo ese camino.