La edad de tu coche influye en el tipo de seguro que más te conviene contratar. No es lo mismo un vehículo que está en su primera etapa de vida, es decir, que tiene de uno a cuatro años de antigüedad, que uno que tenga ya diez años de uso. Por supuesto también influye el kilometraje y el estado general del motor a la hora de decidir qué póliza de seguro conviene escoger.

Lo que está claro es que la vida útil de un vehículo comienza a decrecer desde el momento en que sale del concesionario. A partir de ahí, el paso de los años, las averías, el tratamiento que se le haya dado, el correcto o incorrecto mantenimiento del mismo, etc., hacen mella en su estado. Por este motivo, a la hora de comprar uno de segunda mano es tan importante revisar bien todos estos aspectos.

Por otro lado, las compañías de seguros ofrecen diferentes tipos de pólizas, y hay que encontrar la más adecuada a la edad del vehículo. En aseguradoras como Verti se puede calcular el seguro del coche de forma rápida introduciendo la matrícula. No obstante, hay que leer bien las coberturas para poder contratar la póliza más adecuada según las características de nuestro coche.

Vida útil de un vehículo

Si el coche tiene de uno a cuatro años de antigüedad, lo recomendable es contratar una póliza de seguro a todo riesgo. Es la mejor forma de garantizar cualquier eventualidad como siniestro grave o robo del vehículo. Hay que tener en cuenta que su valor aún no está tan degradado, por lo que conviene asegurarlo con el máximo de coberturas posible. Además, en caso de un accidente grave donde el coche sea declarado siniestro total, el seguro cubriría el 100% del valor del vehículo.

En caso de que la edad del vehículo se sitúe entre los cuatro y los seis años, cuando se comienza a pasar la ITV, aquí podría ser conveniente optar por un seguro con menos coberturas, es decir, no hace falta un todo riesgo, o si se quiere mantener este tipo de cobertura, optar por una franquicia mayor.

En este sentido, la franquicia es muy importante porque a mayor franquicia menor coste para el usuario. Es decir, en un seguro con franquicia, el asegurado asume un importe de cada reparación y esto le permite ajustar el precio de la cuota del seguro, con lo que, a mayor franquicia, menor cuota. Por supuesto esta modalidad es recomendable para quienes no suelan dar partes de siniestralidad a menudo.

Cuando el coche tiene de seis a diez años los costes de mantenimiento crecen considerablemente al tiempo que el valor del mismo baja. En estas circunstancias, un seguro a terceros es la mejor opción, no obsatene, en caso de accidente el vehículo podría ser considerado siniestro total debido a su antigüedad, de modo que el seguro cubriría solo un importe semejante al valor residual del mismo.

Por qué la antigüedad del coche encarece la prima del seguro

Una de las razones principales es que los fallos mecánicos derivados del desgaste y la carencia de algunos sistemas de seguridad aumentan la probabilidad de que los vehículos más antiguos sufran accidentes. Teniendo en cuenta que las aseguradoras se basan en la siniestralidad para establecer sus precios, no es de extrañar, por tanto, que a mayor edad del vehículo más cara sea la prima a pagar.

Esto es un hecho comprobado, es más la Dirección General de Tráfico ha constatado que la mayoría de vehículos que han protagonizado accidentes con víctimas mortales tienen una media de edad de 13.6 años. No obstante, si se posee un vehículo de más de diez años y no se ha tenido ningún siniestro, las aseguradoras aplican algunas bonificaciones que hacen que la prima del seguro se más baja.

En cualquier caso, cada año que pasa devalúa el precio del coche, con lo que las compañías de seguros pagarían menor indemnización a medida que pase el tiempo. En consecuencia, si se ha empezado por contratar un seguro a todo riesgo, es conveniente cambiarlo cuando llegue el momento de su renovación.

Ahora bien, ¿qué seguro conviene más para un coche antiguo? La respuesta correcta a esta pregunta sería: el que mejor se adapte a las necesidades de cada conductor y vehículo. Pero además de eso, conviene estudiar bien si se debe tener un seguro a todo riesgo con franquicia o a terceros, teniendo en cuenta que, en el caso de seguro a terceros, si hay un siniestro y el conductor resulta culpable del mismo, no se recibiría indemnización por daños en el vehículo. Valorar bien cada caso es fundamental.