Como es habitual, Luisa Fernanda Rudi inició la campaña presentando el programa electoral. Una excepción en tiempos en los que las propuestas, y más las que están por escrito, brillan por su ausencia. La candidata dijo que retomará uno de los asuntos que se han quedado pendientes esta legislatura: la reducción de consejeros comarcales. Estas instituciones, dijo, estarán regidas solo por los alcaldes. Con ello la popular quiere quitar carga política a esta administración local.

Anunció más medidas para las comarcas, como que todo el dinero que reciban sea finalista, o que cada contratación que hagan deba contar con el beneplácito del Gobierno de Aragón. Las diputaciones, por su parte, solo se dedicarían a prestar servicios a los municipios y a la configuración de planes de obras en los pueblos. Son las principales propuestas de los populares en materia de reordenación administrativa.

En regeneración, el PP apuesta por desbloquear las listas electorales; por reducir el número de cargos de confianza por ley o la limitación de los mandatos del Justicia de Aragón o de la Cámara de Cuentas a un máximo de seis años. Los populares también quieren que se limite el techo de gasto electoral o que los partidos condenados por financiación ilegal puedan recibir ayudas públicas. Otro de los compromisos de Luisa Fernanda Rudi, y que figura en su programa, es la eliminación progresiva del impuesto de sucesiones. Algo que ha incumplido esta legislatura. Durante los próximos cuatro años, si permanece en el Pignatelli, la bonificación alcanzará el 99%. Los populares seguirán apostando por la consolidación fiscal. La apuesta por la nieve continuará siendo una de las líneas de acción y además, los conservadores pondrán en marcha un plan integral contra la despoblación.

En inversiones, las carreteras serán la principal prioridad, después de años de abandono. En sanidad, el PP quieren poner en funcionamiento los hospitales de Alcañiz y Teruel, que se han quedado en el tintero esta legislatura.