Los dispositivos móviles llegaron para facilitar numerosas facetas del día a día. En el tema laboral, permitieron movilidad y diferentes avances, pero también trajeron consigo jornadas de trabajo interminables y una dedicación continua y difícil de controlar en muchos casos. De hecho, son bastantes los profesionales que incluso durante sus vacaciones siguen conectados, respondiendo correos electrónicos y mensajes de trabajo. En esta línea, los sindicatos alertan de la necesidad de la denominada ‘desconexión digital’ durante las vacaciones. Se trata de un derecho más que necesario, dadas las consecuencias negativas para la salud mental y física de los trabajadores. 

Las vacaciones son tiempo de descanso, relajación y desconexión. Para conseguir este propósito es fundamental desconectar los teléfonos móviles u otros dispositivos del trabajo o, por lo menos, no estar continuamente conectados a ellos. El portátil, la tablet y el móvil se han convertido en herramientas de doble filo, el uso de las cuales hay que controlar. 

Una mujer consulta su portátil en su lugar de vacaciones. SHUTTERSTOCK

Consecuencias para la salud física y mental de los trabajadores

En este sentido, sindicatos como UGT han reclamado que se respete el derecho a la desconexión digital en verano. En un comunicado, el sindicato ha recordado que la principal causa de muerte por accidente laboral son los infartos y derrames cerebrales, patologías relacionadas con los riesgos psicosociales presentes en los entornos de trabajo.

El sindicato incide, además, en que el derecho a la desconexión está amparado por la ley y ha instado a las empresas a que limiten el uso de las comunicaciones y elaboren una política interna, previa consulta con los representantes de los trabajadores, para un uso razonable de las herramientas tecnológicas.

Control del trabajo a distancia

Asimismo, ha recordado que las empresas están obligadas a realizar una evaluación de riesgos y a planificar la actividad preventiva del trabajo a distancia

Con la pandemia y la instauración en muchos casos del teletrabajo, el control de las jornadas laborales ha sufrido un importante revés. El hecho de poder trabajar desde cualquier lugar hace que muchos profesionales trabajen, incluso, en vacaciones, renunciando así a los tan necesarios días de descanso. Esto se traduce en una conexión permanente, con los consecuentes momentos de estrés, tensión y ansiedad, muy lejos de la importante desconexión digital durante las vacaciones