REPRESENTAN A ECOLOGÍA Y DESARROLLO --UNA ENTIDAD QUE TRABAJA DESDE EL AÑO 1994 EN EL TERRENO DE LA COOPERACIÓN-- EN LA FEDERACIÓN ARAGONESA DE SOLIDARIDAD, CUYA PRESIDENCIA ASUMIERON EL PASADO 24 DE ENERO

EN ESTA NUEVA ETAPA LES ACOMPAÑA EN LA VICEPRESIDENCIA ACCIÓN SOLIDARIA ARAGONESA, QUE DESDE 1985 TRABAJA EN ARAGÓN POR EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS DEL SUR

--¿Cómo afrontan esta nueva etapa al frente de la Federación Aragonesa de Solidaridad?

--Con entusiasmo, responsabilidad, con cautela. Si ponemos solo corazón en los pasos que hay que dar, probablemente, en el momento en el que estamos, nos llevaría a hacer cosas que quizá no sean las más adecuadas para este momento. Buscaremos un equilibrio pese a la desazón que a veces hace que te den ganas de reaccionar con posturas radicales. Tenemos que saber en qué momento estamos y buscar alternativas entre todas y todos, y trabajar con los otros actores de la cooperación y las oenegés.

--La situación económica os lleva a intentar hacer lo mismo con mucho menos, ¿el mayor reto van a ser los recortes?

--Sí, no podemos olvidar que tenemos compromisos con las organizaciones con las que trabajamos. La mayor parte de las oenegés trabajan con procesos en territorios y eso no se puede abandonar de un día para otro. En algunos casos no se podrá hacer lo mismo, por una cuestión obvia, pero hay que tratar de mantener la calidad y sostener lo avanzado para que no vaya para atrás.

Por ejemplo, si uno se queda sin recursos al trabajar con una infraestructura es un varapalo, pero esa construcción, pese al deterioro, al cabo de unos años se podrá volver a utilizar. Pero cuando las personas están en el centro si haces una retirada de los fondos y paras la colaboración, luego no se recupera.

--El anterior presidente de la Federación, Fernando Pérez, siempre señalaba que había que evitar el debate de "pobres contra pobres". ¿Cómo se gestionará este problema?

--Es un engaño plantear la cooperación es estos términos. El mundo no debería estar en la disputa entre los que poco tienen y los que tienen menos. Estén dónde estén. El problema estructural que nos ha llevado a la crisis jamás ha estado en manos de la gente con dificultades: ni en España, ni en Francia, ni en Bangladesh.

--Pero el debate existe

--Desde la FAS no queremos que salga este debate que se plantea en los medios aunque podamos entender su lógica. La gente siempre mira primero por uno mismo, lo que es legítimo. Pero como ciudadanos tenemos que asumir una responsabilidad. Lo fácil es centrar el foco en la pelea entre las entidades sociales que trabajan aquí y las que trabajan fuera por culpa de unos problemas que ellas no han generado. Y por supuesto, tampoco los ha causado los que reciben la ayuda en el África Subsahariana o en Bolivia. Pero aquí, ahora, se dice que como hay recortes es necesario decidir quiénes son más necesarios. Todos somos importantes como seres humanos con derechos. También tenemos una responsabilidad como la ciudadanía global, pues lo que hacemos aquí afecta a los de allí.

--¿Qué tiene que ser la Federación Aragonesa de Solidaridad?

--Un lugar en el que aprovechar sinergias, un bloque que sirva para compartir la sabiduría y el saber hacer de las distintas organizaciones que componen la Federación. También tenemos que aprovechar la circunstancia de que la mayoría de nosotros vamos a tener los mismos problemas y las mismas dificultades con unos objetivos muy similares. Unidas conseguimos más.

Otro de los objetivos que nos hemos propuesto es coordinarnos más con otras entidades y plataformas que aunque no sean de nuestro mismo ámbito en lo específico, lo son en lo general. La idea es la colaboración y el trabajo en red.

--¿Consideran importante transmitir a la opinión pública todo este trabajo interno?

--El trabajo hacia afuera en el ámbito de la cooperación es complicado, pues el trabajo te absorbe en el día a día. Esto ha hecho que nos nos hayamos tomado el tiempo necesario para poder contar y educar a la ciudadanía. Si bien hay un grupo de organizaciones cuya principal misión es la educación al desarrollo, como Unaqui, llevamos mucho tiempo de retraso. Eso hace que la ciudadanía no entienda del todo lo que se está solicitando.

--¿Su experiencia en Ecología y Desarrollo se notará en el perfil de la FAS?

--Creemos que no, pero es cierto que las entidades son las personas que las forman y algo acabaremos contaminando. En todo caso, no se puede olvidar que este compromiso ya está muy arraigado y que el contenido de trabajo de la Federación no es temático, sino colectivo. Pero supongo que nuestras intervenciones tendrán un cariz más ambientalista.

--Uno de los retos de la Federación Aragonesa de Solidaridad es ser realmente aragonesa. ¿Esta etapa será menos zaragozana?

--Hasta ahora se está trabajando con las unidades territoriales. Es algo que ya se tiene en cuenta. Por ejemplo en la FAS ya está representada Huesca, y con Teruel se lleva trabajando más tiempo. Desde la Comisión de Comercio Justo se tiene el objetivo de realizar un encuentro todos los años con las delegaciones de cada provincia. En nuestro imaginario está presente todo el territorio. Además, muchas de las oenegés ya tienen delegaciones en Huesca y Teruel. En todo caso, somos conscientes que es un aspecto en el que no estamos aprobados con sobresaliente y que tenemos que mejorar.

--¿Tienen que cambiar mucho las políticas públicas para salir del lugar en el que estamos?

--Muchas veces se nos olvida que las políticas del norte afectan mucho a la realidad del sur. No podemos dejar atrás que si nosotros estamos como estamos es porque otros están como están. Si los países empobrecidos tuvieran nuestro nivel de consumo, no podríamos mantener el actual nivel: el primer acto cooperación que se ha dado en la historia lo han tenido los países del Sur con los del Norte.