Aprender y, a la vez, crear algo valioso para aquellos que más lo necesitan. Eso es lo que ha hecho este curso un grupo de futuros maestros de inglés que estudia en la Universidad de Zaragoza. Y ha sido posible gracias a la colaboración de la Facultad de Educación con la Fundación Isabel Martín. Los estudiantes del último curso de la mención en inglés del Grado de Maestro de Primaria han creado una colección de cuentos para los niños de una guardería de Tanakla (India).

«Este proyecto nació con el objetivo de crear material educativo nuevo para los niños de la guardería bilingüe que financiamos en esa localidad», explica Paz Aragüés, directora de comunicación de la Fundación Isabel Martín. «Los futuros maestros han desarrollado este proyecto con toda la ilusión, pensando no solo en todo lo que iban a aprender sobre cómo enseñar en lugares donde las instalaciones y la situación del alumnado es bastante precaria, sino en el regalo que le estaban haciendo a las maestras y a los peques, que han recibido estos cuentos contentísimos», añade.

«Llevamos años apostando por la innovación», continúa la doctora Silvia Pellicer, la profesora de la Facultad de Educación que ha promovido esta colaboración. «El curso pasado queríamos darle la vuelta a una de las asignaturas (Inglés para Educación Primaria III) e introducir un tema en el que los alumnos, siguiendo la metodología de aprendizaje y servicio, pudieran crear algún material didáctico para ser usado por niños», detalla.

Pellicer se puso en contacto con Aragüés para ver «si esto podría encajarles en alguno de sus proyectos», explica. «Y me dijo que tenían una guardería en el sur de la India, cuyo principal objetivo era que los pequeños mejoraran su nivel de inglés, ya que allí es básico para poder tener un buen futuro laboral».

Silvia pensó que su alumnado podía escribir unos cuentos con los que estos pequeños pudieran aprender su inglés pero, además, que empaparse de valores. Y así nació el proyecto Stories for India.

Esta profesora les lanzó el reto a sus estudiantes y estos se pusieron manos a la obra. Había que crear una colección de historias infantiles ilustradas, pero no podían ser unos cuentos cualesquiera, que lo mismo servirían para enseñar el idioma a un niño de Huesca que a otro de Río de Janeiro. Primero, hubieron de desarrollar un trabajo de investigación para adecuar los contenidos a las necesidades y al contexto cultural y socioeconómico de los niños destinatarios.

«Afrontamos esa fase de investigación previa para saber a quién estábamos ayudando, por qué y cuál era su situación. Y para tomar conciencia de que no es lo mismo escribir un cuento para un niño occidental que para uno de la India», justifica Pellicer. «Por ejemplo, bienes que aquí son habituales, allí ni los conocen. Los estudiantes tuvieron que mentalizarse mucho de detalles como ese, y cuidar mucho también el lenguaje que utilizaban. No solo tenían que adaptarlo a niños muy pequeños, sino cuidar qué tipo de valores podíamos introducir en la India».

De este modo, «surgieron varias historias sobre igualdad entre chicos y chicas, también sobre creer en uno mismo, y que si persigues tu sueño al final lo consigues...», rememora.

Los niños de la guardería de Tanakla ya recibieron sus cuentos. Y tanto Silvia como sus alumnos pudieron ver las caras de ilusión de los pequeños al recibir ese regalo desde la otra punta del mundo. «Fue muy emocionante. Sara, la coordinadora de proyectos de la fundación, estuvo allí para la entrega y nos mandó fotos y vídeos. Las opiniones de las profesoras después de usar los cuentos fueron lo más gratificante», opina Pellicer.

Estos cuentos ya están a la venta en España para que la Fundación Isabel Martín pueda seguir financiando el centro y convertirlo en escuela de Primaria.