-¿En qué consiste el proyecto de la Fundación Isabel Martín denominado Espacio Entremujeres?

-Es un espacio intercultural para fomentar el diálogo y encuentro entre personas, especialmente mujeres, de diferentes culturas. De esta manera, a través de la comunicación, creemos que se puede también fomentar la paz. Lo que pretende la Fundación Isabel Martín es abrir un espacio físico que favorezca y promueva la relación directa entre personas residentes en Zaragoza de tradiciones culturales diversas.

-¿Cuáles son sus objetivos?

-En una sociedad en la que cada vez estamos más conectados a través de las nuevas redes sociales que van surgiendo, en realidad cada vez nos comunicamos peor. La esencia del proyecto es fomentar la comunicación cara a cara y en persona porque creemos mucho en el poder del diálogo para estrechar lazos, fomentar la paz y crear convivencia entre diferentes culturas.

-¿Con qué medios se está financiando el Espacio Entremujeres?

-Una parte del proyecto la financia la obra social la Caixa y el resto de los costes los cubre la propia Fundación Isabel Martín.

-¿Cómo surgió la idea de poner en marcha esta iniciativa? ¿A qué realidad social responde?

-La Fundación Isabel Martín trabaja desde hace unos años en proyectos de cooperación internacional, sobre todo para el empoderamiento de las mujeres y de la infancia. Pero nos dimos cuenta de que existía una necesidad de entablar conversación entre unas culturas y otras. Fomentar el diálogo es muy importante para generar lazos y sinergias entre personas. Estuvimos investigando qué proyectos de este estilo había en la ciudad de Zaragoza, y aunque es verdad que existen iniciativas relacionadas con la interculturalidad y con la mujer, nosotras quisimos impulsar la creación de un espacio de libre acceso donde no solo puedas acudir a realizar determinadas actividades o cursos, sino que también puedas quedarte ahí tomando tranquilamente un café, sin la obligación de hacer nada. Es un espacio en el que se podrá simplemente estar tranquila y entablar lazos conversando con los demás.

-Esta necesidad de crear un espacio de sociabilización, ¿está especialmente pensada para las mujeres extranjeras que llegan a nuestro país sin una red familiar o de amistades en la que apoyarse?

-Evidentemente, esas mujeres tienen unas dificultades específicas de relación, especialmente las que proceden de determinados países y con pocos recursos económicos. La pretensión es que puedan venir a este espacio para entablar conversaciones con mujeres de otras culturas. Creemos que hay un gran desconocimiento de lo que realmente piensan o sienten estas mujeres y de lo que viven cuando llegan aquí. Que el resto de la sociedad las conozca es uno de los objetivos. Y otro es también abrir en un futuro un programa de voluntariado de acogida para esas personas que llegan de otros países sin un círculo social en el que apoyarse, pero no solo para mujeres. Este programa se desarrollará de forma paralela al nuevo espacio.

-¿Este proyecto se dirige a mujeres que pertenezcan a algún colectivo social o asociación o pueden acudir de forma individual?

-Vamos a establecer el local en La Magdalena, con lo cual se dirige preferentemente a vecinas del barrio de tradiciones culturales diversas, pero no excluimos a nadie, ni a hombres ni a mujeres, de cualquier parte de la ciudad.

-¿Dónde se va a ubicar el local?

-En el número 45 San Vicente de Paúl. Todavía no tenemos la fecha definitiva de apertura, pero esperamos poder hacerlo el próximo mes de abril.

-¿Cómo va a desarrollarse la dinámica de funcionamiento?

-Este jueves celebramos un foro de diálogo en la Casa de la Mujer para que socios de entidades sociales, asociaciones de mujeres de distintos países e incluso personas que trabajen en este tipo de organizaciones vengan para aportarnos ideas que se puedan realizar en el Espacio Entremujeres. Lo que queremos es que en este local las mujeres se empoderen y tomen el control de las actividades.

-O sea, que la Fundación Isabel Martín pone los medios, pero las participantes funcionarán de manera autónoma.

-Lo ideal sería que las usuarias del espacio fueran ellas mismas las que propusieran las actividades que se van a realizar. Pero también va a haber actividades propuestas por la fundación. Al final, lo que tratamos de conseguir es que la gente sienta que este es su propio espacio.

-Hasta ahora, el trabajo de la Fundación Isabel Marín se había centrado en la cooperación internacional. ¿Supone esta iniciativa un cambio de rumbo en su trayectoria o solo es un alto en el camino?

-Es el primer proyecto que vamos a realizar en suelo español, pero esto no significa que la fundación vaya a dejar de lado todo su trabajo en el exterior.