A las puertas de la estación del hambre -el periodo de escasez de alimentos cada año desde junio a septiembre en la región del Sahel- las previsiones de Acción contra el Hambre vuelven a situar en la frontera entre Mauritania y Senegal la mayor escasez de pastos, recurso crucial para una población dependiente del pastoreo de vacas, camellos y cabras y de agricultura de subsistencia en las escasas tierras fértiles de Mauritania, en las riberas del río Senegal. Casi 600.000 personas entrarán en inseguridad alimentaría crítica en Mauritania y 340.000 en Senegal. En Mauritania se estima que este año sufrirán desnutrición severa más de 31.000 niños (un 40% de incremento más que la media de los últimos cinco años).