Después de más de cien años siendo una colonia española, en noviembre de 1975 el Sáhara Occidental fue ocupado por Marruecos, obligando a una gran parte de la población saharaui a huir de su país para refugiarse en una zona desértica al suroeste de Argelia. Después de 44 años siguen allí, en lo que conocemos como los campamentos de refugiados de Tindouf.

El pueblo saharaui está separado por 2.700 kilómetros de muro, conocido como muro de la vergüenza. De una parte la población refugiada en los campamentos de Tindouf, viviendo de la ayuda internacional y solidaria. Del otro lado, la población que sigue en los territorios ocupados ilegalmente por Marruecos, cuya vida está marcada por la persecución política.

En 1979, una colaboración entre el Frente Polisario y el PCE hizo posible que un grupo de cien niños y niñas viajasen por primera vez a España con el propósito de apartarles de las duras condiciones del desierto y de la guerra. La experiencia resulta tan beneficiosa que, a mediados de los años 80 se puso en marcha el programa Vacaciones en Paz.

La coordinadora del proyecto, Ana Garrido, señala que «lamentablemente, en los últimos años ha disminuido considerablemente el número de familias españolas que participan en el programa, debido sobre todo a la crisis y a otros condicionantes, lo que también ha hecho que disminuya el número de menores participantes en el mismo».

«El proyecto está financiado por administraciones públicas, aunque en muchos casos son las entidades que lo llevan a cabo e incluso las propias familias acogedoras quienes asumen el coste de los billetes», explica Garrido.