Un caso positivo por covid-19 detectado la semana pasada entre uno de los niños que participan en las colonias de verano de Cruz Roja Zaragoza provocó la suspensión del primero de los tres turnos previstos para hasta septiembre. Estas colonias son uno de los servicios estivales mejor recibidos por las familias vulnerables a las que atiende la organización en la capital aragonesa.

Hace años, este proyecto se creó con la intención de facilitar a los padres un lugar al que llevar a los menores mientras ellos se forman, trabajan o buscan empleo durante los periodos largos de vacaciones escolares (Navidad, Semana Santa y verano). Entre tanto, sus hijos disfrutan de unas actividades de ocio y tiempo libre que sus familias no se pueden permitir de otro modo, y vuelven a casa comidos. Y es que gran parte de los niños que participan en las colonias de Cruz Roja Zaragoza provienen de familias en situación de dificultad social.

Los meses del confinamiento y la brecha digital hacen más necesario que nunca este año ese refuerzo lúdico-educativo. Por lo que Cruz Roja no ha dudado en retomar la actividad, el próximo lunes, una vez detectado y aislaM.G.C. suplementos @aragon.elperiodico.com do el caso positivo por coronavirus de la semana pasada, tras realizar pruebas PCR a todos los menores y al personal que había tenido contacto con el chico infectado, que dieron negativo.

Un total de 135 niños, de entre tres y catorce años, participan en esta edición, organizada en tres turnos, de tres semanas de duración cada uno. El primero comenzó el 6 de julio y tendría que haber terminado este viernes, el segundo se celebra del 27 de julio al 14 de agosto y, el tercero, del 17 de agosto al 4 de septiembre.

Como todos los años, en cada uno de los turnos participan 45 niños. Sin embargo, se han establecido diversas medidas, atendiendo a las especiales circunstancias que exige el covid-19. Así, en cada turno se forman cinco grupos de cinco niños cada uno para las actividades en espacios cerrados, que actúan aislados en aulas para controlar las interacciones y reducir posibles riesgos de contagio.

El voluntariado ha recibido formación para mantener las prevenciones en distancia social y otras medidas de seguridad entre los niños, que deben llevar mascarilla a partir de los seis años. Y actividades habituales, como las manualidades, se realizan con material individualizado, al igual que todo aquel que se emplea en las clases de refuerzo escolar.