L a plaga de la langosta del desierto está empeorando en el Cuerno de África. La invasión de estos insectos supone una gran amenaza para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia. Esta crisis, unida a la pandemia, podría exacerbar el hambre y la desnutrición en una región donde millones de personas ya padecen una gravísima inseguridad alimentaria.

Según la Fao, la organización de la ONU para la agricultura y la alimentación, la plaga de la langosta del desierto está empeorando en esta zona de África debido a la cría de enjambres. Esta ya está teniendo lugar en algunos países, como Eritrea, provocando la formación de nubes de langostas en las tierras bajas occidentales que bordean Sudán, y en el litoral del mar Rojo, entre Assab y Karora.

La cría se extiende al este de Sudán, donde un número creciente de enjambres están poniendo huevos a lo largo del lado occidental de las colinas del mar Rojo, entre Derudeb y Sinkat. La situación es muy grave en Etiopía, donde se están formando un número cada vez mayor de enjambres que realizan movimientos transfronterizos entre Etiopía y el noroeste de Somalia.

A medida que los vientos del norte sobre el Cuerno de África se establezcan en las próximas semanas sobre el norte de Somalia y se muevan progresivamente hacia el sur en el mes de noviembre, se espera que los enjambres del noreste de Etiopía, el norte de Somalia y el sur de Yemen migren hacia el sur, pudiendo llegar al norte de Kenia a partir de noviembre, según la FAO.

La actual crisis de la langosta, unida a la pandemia de covid-19, podría exacerbar el hambre y la desnutrición en una región donde casi 25,5 millones de personas ya padecen inseguridad alimentaria severa debido a conflictos prolongados, desafíos macroeconómicos a largo plazo, la crisis climática y los impactos económicos del coronavirus.

Se necesita una acción inmediata para evitar una mayor propagación de estos insectos y poder implementar medidas de control para mitigar el impacto que estos enjambres tendrán en áreas de vegetación, ganado y comunidades vulnerables, cuyos medios de vida dependen en gran medida de la agricultura.