Una oenegé como Medicusmundi, que se dedica, fundamentalmente, a universalizar la asistencia sanitaria, no solo trabaja en el ámbito del desarrollo, sino que guarda una estrecha relación con la ciencia y los asuntos de género. No es de extrañar, por tanto, que una de las citas ineludibles para su grupo de voluntariado Medicus Joven sea, cada 11 de febrero, con el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

«Llevamos tres años colaborando con este colectivo» el de las mujeres científicas, ya que «creemos que hay que romper con los roles y estereotipos de género y demostrar que no hay disciplinas de hombres o de mujeres tus capacidades no van asociadas a tu sexo o a tu género», comenta Maite Muñoz, coordinadora del programa Medicus Joven en Aragón.

«El tema de la igualdad de género nos preocupa mucho. De hecho, en todas nuestras actividades, una persona del grupo pone en valor a una mujer, visibilizando la huella que han dejado las mujeres y todos los logros que han conseguido. Por eso, participar en esta iniciativa del 11 de febrero nos pareció que iba mucho con los temas que hacemos y defendemos», sostiene uno de los voluntarios.

La historia la han escrito los hombres. También la historia de la ciencia. Pero este grupo de jóvenes se propuso darle la vuelta a esta realidad, empezando por conocer ellos mismos en primera persona la labor de destacadas científicas. El primer año se aproximaron a la figura de la bioquímica Asel Sartbaeva, el segundo fue el turno de Lupita Montoya, ingeniera medioambiental, y este año nos le tocó a la zaragozana Nerea Irigoyen Vergara.

Esta viróloga es fundadora de la Sociedad de Científicos Españoles en el Reino Unido, y lleva desde el año 2010 trabajando en la Universidad de Cambridge. Ha investigado sobre el ARN de virus como los que provocan el zika o el dengue, que cada año provocan la muerte de miles de personas en países de África o América latina.

Esta aproximación conlleva un trabajo previo de investigación sobre la trayectoria de la científica en cuestión, información que luego se plasma de forma creativa en las cristaleras del local de Medicusmundi en Zaragoza. En los años anteriores se realizaban unas rutas por los distintos espacios que visibilizan mujeres de ciencia en sus escaparates, pero el covid ha obligado a cambiar la ruta por unos juegos.

«Como novedad, este año se han introducido las charlas con científicas, en las que algunas de ellas explicaban su trabajo. En la clausura del programa nos invitaron para que Medicus Joven contara su experiencia de participación en esta iniciativa», señala Muñoz. Y la culminación de la jornada llegó con un encuentro virtual con Nerea Irigoyen a través de una videollamada, en el que los jóvenes voluntarios le pudieron hacer preguntas sobre su carrera profesional. H