El colectivo de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo es más diverso de lo que a priori pudiera pensarse. El nexo común es que todas ellas presentan limitaciones en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa, que se manifiestan en habilidades conceptuales, sociales y prácticas. Pero el abanico de tipologías, síndromes y grados de afección es tan amplio que las capacidades de cada individuo son únicas. Por lo tanto, también lo tendrán que ser los apoyos para lograr la inclusión social y laboral de cada uno.

33 Un alumno de Atades recibe explicaciones de una formadora. | JAIME GALINDO

Sin embargo, y pese a esta diversidad, casi todas las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo comparten un problema: una elevada dificultad para encontrar trabajo. Aunque su tasa de actividad es en Aragón superior a la media española, solo alcanza a una de cada tres.

Tampoco las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) son ajenas a esta realidad, a pesar de que buena parte de ellas, según avalan informes profesionales de la agencia de colocación de la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual (Atades), está capacitada para realizar tareas de calidad, eficientes y competitivas, siempre que se le presten los apoyos y recursos necesarios y se flexibilicen las opciones de acceso al empleo existentes en la actualidad. Aun así, esta población tiene graves problemas para su inserción laboral en el mercado ordinario, y en la asociación lo achacan a que todavía existe un gran desconocimiento sobre esta discapacidad entre empresarios y organismos públicos.

El pasado mes de diciembre, Atades lanzó ‘a · Autismo’, una red de recursos cuyo objetivo es diseñar y aplicar modelos de intervención que respondan de forma integral a sus necesidades específicas a lo largo de todo su ciclo vital. Y este verano, vinculado al nuevo servicio, la asociación ha puesto en marcha un curso para que personas con TEA de alto funcionamiento (anteriormente denominado síndrome de Asperger) puedan obtener el Certificado de Profesionalidad de Grabación y Tratamiento de Datos y Documentos. Se trata de la primera formación de estas características que se oferta en Aragón, que cuenta además con la acreditación del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem).

La responsable de la agencia de colocación de Atades, Cristina Gonzalvo, sostiene que «dentro del colectivo de las personas con TEA, existen aquellas con discapacidad intelectual muy ligera o incluso sin discapacidad intelectual asociada». Es el caso de las que tienen asperger, «que pueden ser muy capaces para desempeñar profesiones o actividades laborales existiendo apoyos y programas específicos de intervención que permitan compensar sus dificultades, a través de un acompañamiento inicial y un seguimiento posterior», añade.

Doce hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 18 y los 48 años, reciben desde el mes de agosto esta formación pionera. Está financiada por el Ayuntamiento de Zaragoza a través de un convenio de colaboración con Atades para el apoyo a la inserción laboral de personas con discapacidad, que según informó el consejero de Acción Social y Familia, Ángel Lorén, durante la presentación a los medios de este curso, asciende a 212.000 euros. El concejal acompañó en la presentación al gerente de Atades, Félix Arrizabalaga, y a su director de recursos humanos, Ibán Barrio.

Lorén afirmó que la grabación de datos tiene mucha importancia en el proceso de digitalización que están viviendo las instituciones aragonesas. Por ello, consideró ‘un acierto’ que Atades haya elegido esta especialidad, una tarea bastante mecánica, como vía de acceso al empleo para las personas con TEA de alto rendimiento.

Las primeras clases del certificado comenzaron el pasado 2 de agosto. El primer módulo se ha centrado en grabación de datos. El 2 de septiembre empezó el segundo módulo, dedicado a tratamiento de datos, textos y documentación (procesadores de textos y presentaciones de información básicos, tratamiento básico de datos y hojas de cálculo, transmisión de información por medios convencionales e informáticos).

Por delante quedan otros dos módulos, uno sobre reproducción y archivo (gestión auxiliar de archivo en soporte convencional o informático y gestión auxiliar de reproducción en soporte convencional o informático), y el que comprende las prácticas no laborales, que el alumnado podrá realizar en Atades o en alguno de sus centros especiales de empleo (Gardeniers, Oliver y Logística Social), desempeñando tareas relacionadas con la digitalización documental.

Serán en total 440 horas de formación (80 de prácticas), cuyo objetivo es dotar de competencias a los estudiantes para la realización de operaciones de grabación de datos, así como trascribir, reproducir y archivar la información y documentación requeridas en las tareas administrativas y de gestión, de acuerdo con instrucciones, normativa y procedimientos establecidos, de forma coordinada y con criterios de calidad, productividad, seguridad y respeto al medio ambiente.

Las ocupaciones o puestos de trabajo a las que el alumnado, una vez formado, podrá acceder son las de operadores–grabadores de datos en ordenador, auxiliares de oficina o de archivo, operadores documentales y auxiliares de digitalización. Además, la agencia de colocación de Atades les ofrecerá orientación laboral personalizada para mejorar sus competencias, aptitudes y habilidades de manera individualizada, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y ayudar a que su inclusión sociolaboral sea exitosa. H