33 Una actividad extraescolar del programa CaixaProinfancia organizada en Zaragoza. | SERVICIO ESPECIAL

En España, uno de cada tres menores sufre la pobreza infantil, heredada de padres a hijos. Esta situación no solo se traduce en una falta de recursos económicos, sino en la dificultad de acceder a los recursos necesarios para disponer de una educación de calidad.

Lo que implica esta circunstancia no es baladí, puesto que la educación es clave para conseguir romper el círculo de la pobreza hereditaria. Gracias a ella, se abre una ventana de oportunidades de futuro para la infancia vulnerable.

Esta realidad, con unas elevadas tasas de pobreza infantil en todo el país, se ha visto agravada por la crisis social y económica derivada de la pandemia de covid-19. Esta emergencia ha afectado a hogares que hasta ahora disfrutaban de una cierta estabilidad y que inesperadamente se han encontrado en situaciones de mayor dificultad, lo que ha generado que más menores se encuentren en riesgo de vulnerabilidad.

Por ello, este año es más importante que nunca la aportación del programa CaixaProinfancia que, a lo largo de todo el curso académico, facilita diferentes ayudas socioeducativas a familias que atraviesan por dificultades económicas, tales como refuerzo escolar o estudio asistido, actividades de ocio y tiempo libre, apoyo psicomotor, atención logopédica y equipamiento escolar. Y lo hace desde antes incluso del comienzo de las clases.

Uno de los grandes alicientes que tiene para los niños el comienzo del curso es poder empezar a usar su nuevo material escolar. Sin embargo, muchos de los menores beneficiarios del programa CaixaProinfancia no podrían estrenar mochila o estuche sin una pequeña ayuda para sus familias.

Y eso es lo que han hecho la Fundación la Caixa y CaixaBank, a través de su acción social. Ante las grandes dificultades generadas por la crisis del coronavirus, han colaborado conjuntamente para destinar este año un total de 126.512 lotes de material escolar a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad de toda España, de los cuales casi 3.800 se han entregado a estudiantes de Aragón.

La distribución de los kits escolares se ha realizado a través de tres entidades sociales en cada provincia. Cruz Blanca, la Fundación La Caridad y la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM) han repartido 3.370 lotes en Zaragoza; Cruz Blanca, Cruz Roja y Cáritas los han hecho llegar a 200 menores turolenses; y Cruz Blanca Huesca, Cruz Blanca Fraga y Cáritas han entregado otros tantos en la provincia altoaragonesa.

Estas organizaciones sin ánimo de lucro trabajan pegadas al territorio, y son las que tienen el pulso de la situación de los menores en exclusión. Por ello, son los profesionales de estas entidades quienes establecen los criterios y gestionan la entrega del material, para que ningún escolar aragonés en situación de vulnerabilidad se quede sin los recursos necesarios para la vuelta al cole… Y sin estrenar mochila.

En total, más de 400 asociaciones y fundaciones de todo el país que desarrollan el programa CaixaProinfancia en sus territorios, con la implicación de centros educativos, administraciones públicas y la red de oficinas de CaixaBank, la más extensa del sector en España, se han responsabilizado del reparto en todo el estado.

Con tres modalidades distintas para adaptarse a cada ciclo educativo (Infantil, Primaria y Secundaria), los lotes están formados por una mochila y un contenido que varía para cada franja de edad y que puede incluir un estuche (con bolígrafo multicolor, lápiz, goma y sacapuntas), lápices de colores, rotuladores fluorescentes, una libreta A4, un juego de reglas, un compás, una calculadora científica y fundas archivadoras ecológicas.

CaixaProinfancia suma esta acción a las ayudas que durante todo el periodo lectivo proporciona a más de 60.000 menores de toda España en forma de diferentes servicios de refuerzo educativo, ocio y tiempo libre, talleres y asistencia psicológica, así como de material escolar, gafas y alimentación.

Las consecuencias de la pandemia han impactado directamente en las familias más vulnerables, dificultando a sus hijos e hijas un acceso normalizado a la educación y a los diferentes recursos y materiales educativos necesarios en cada caso. Esta situación hace más necesaria que nunca la acción en torno a la vuelta al cole que cada año impulsan la Fundación la Caixa y CaixaBank. H