Familias aragonesas de niños y niñas con necesidades educativas especiales reclaman al Gobierno de Aragón una dotación suficiente de auxiliares de Educación Especial desde el primer día de curso. Transcurrido más de mes y medio desde el comienzo de las clases, padres y madres de varios centros públicos aragoneses de enseñanza ordinaria denuncian que todavía no cuentan con el número de profesionales que sería necesario para garantizar el derecho de sus hijos e hijas a acceder a la educación en igualdad de condiciones que el resto del alumnado, para lo cual necesitan profesionales de apoyo.
Plena inclusión Aragón apoya la petición de estas familias, que recuerdan al Ejecutivo aragonés que su reclamación no es un capricho, sino que responde a una necesidad real de sus hijos e hijas. Y que tienen derecho a contar con dichos profesionales de apoyo, tal y como reconoce el artículo 24 de la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España en el año 2008 y, por tanto, de obligado cumplimiento. También el artículo 73 de la Lomloe ampara este derecho.
Precisamente porque estas dos normas amparan el derecho de sus hijos a la educación inclusiva, un grupo de familiares de alumnos con necesidades de apoyo del colegio Reino de Aragón se está «planteando» llevar al Ejecutivo autonómico a los tribunales para solventar «de una vez por todas» el problema con el que se encuentran cada inicio de curso. «Nos estamos juntando muchas familias con este mismo problema y vamos a consultar las posibilidades de reclamar por vía judicial para que año tras año no ocurra lo mismo», apunta Daniel, padre de uno estos niños.
En este centro de La Puebla de Alfindén, el curso comenzó con un solo auxiliar contratado 25 horas semanales para siete alumnos con necesidades especiales, cuando el año anterior habían contado con dos profesionales, aún con estudiante menos. Para este año, el centro ya solicitó en agosto a Educación tres auxiliares, tras la incorporación de Amaya, una nueva alumna de tres años con parálisis cerebral que, según su familia, «necesita atención constante».