Llegan el Jueves y el Viernes Santo, cuando se hace realidad nuestro eslogan: Pedimos un día, ayudamos 365. Pero tampoco hay que tomárselo al pie de la letra. La Hermandad del Refugio permanece abierta las 24 horas, todos los días del año, y por ello siempre necesitamos de la generosidad, muchas veces manifestada, de los zaragozanos.

En sus casi 380 años de historia, siempre ha estado cerca de quienes la han necesitado. Y esto lo hemos vivido en este tiempo de azote pandémico. Desde que se declaró el primer estado de alarma, la Hermandad del Refugio siempre ha permanecido abierta, siendo la única institución, pública o privada, que no cerró sus puertas en ningún momento.

Tres son nuestras áreas de actuación: infantil, reparto y acogida. Nuestro trabajo con los pequeños se subdivide en el centro de Educación Infantil y la Gota de Leche. Este programa ofrece atención pediátrica y dietética a bebés, desde su nacimiento hasta los catorce meses.

Por su parte, la escuela para niños y niñas de uno a tres años dispone de 53 plazas. El principal objetivo de su equipo de profesionales es la formación integral de los menores. La relación con sus familias es muy importante. Muchas están inmersas en procesos de inclusión. Sus necesidades no están cubiertas por el Estado de bienestar, por lo que las ayudamos a mejorar su función parental, proporcionándoles orientación en el cuidado de los hijos, consiguiendo así una mayor implicación en su educación.

El reparto de alimentos y ropa es otra de las tareas del Refugio. Todos los potenciales usuarios son entrevistados por uno de nuestros trabajadores sociales y, una vez son admitidos en el servicio, se les hace entrega de un carnet, donde se indican los días que tienen que venir a recoger la comida, en función del tamaño de su unidad familiar. Esos días también se les ofrece ropa y calzado, todo proveniente de donativos. En el 2021 se repartieron 173.413 kilos de alimentos entre 866 familias (2.459 usuarios), valorados en 400.277 euros.

Además, la hermandad dispone de 66 plazas en su área de acogidos. Nuestro principal objetivo es que todas esas personas, independientemente de su situación y condición, sientan el Refugio como su hogar durante el tiempo que permanezcan con nosotros, que es ilimitado. Se les facilita asesoramiento y ayuda en la tramitación de prestaciones y documentos.

Pero todo esto no lo podemos hacer solos. Detrás de nuestra labor está la generosidad de miles de zaragozanos, que pueden colaborar de varias formas. La primera, haciéndose socios de la hermandad, a partir de una cuota mínima de 30 euros. La otra, mediante donaciones en cuenta (ES52 2085 0167 0403 3089 8795), por Bizum (código 33601) o en nuestras oficinas de la calle Crespo Agüero, 1, de Zaragoza.

No podemos terminar sin tener un emocionado recuerdo hacia nuestros hermanos y hermanas víctimas del covid-19. En la esperanza y convicción de que están junto al Cristo del Refugio, brille siempre para ellos y ellas la luz eterna.

Esta Semana Santa, ven y conócenos. Siempre Refugio.