¿Por qué decidió el Grupo Térvalis poner en marcha la fundación?

Fueron dos los objetivos principales: utilizar nuestro potencial generador de empleo para los colectivos vulnerables y poder ayudar a Teruel en aquellos proyectos culturales o artísticos generadores de valor para la provincia.

¿Cuáles son sus principales ámbitos de actuación?

Principalmente, actuamos en la provincia de Teruel, aunque tenemos una actividad en Zaragoza con 18 personas con discapacidad. En cuanto a los sectores, estamos muy vinculados con la agricultura y todo el proceso de transformación posterior de los productos obtenidos, como demuestra nuestro proyecto de lavanda, en el que abarcamos todo el procesamiento, hasta la obtención de cosméticos y productos de aromaterapia. Pero nos activamos en aquellas actividades con potencial generador de empleo para los perfiles vulnerables que vamos detectando.

¿Con cuántos centros especiales de empleo cuentan?

En la actualidad, gestionamos dos centros especiales de empleo y una empresa de inserción, con 108 empleados, el 80% con perfiles vulnerables. Nuestras actividades son diversas: cultivo de lavanda y carrasca trufera, jardinería, personalización de ropa laboral y deportiva y elaboración de productos de merchandising, taller de costura, lavandería, fabricación de cosméticos… Una de nuestras últimas propuestas ha sido la apertura de una tienda, atendida por personas con discapacidad y enfocada principalmente al turismo, en la que comercializamos nuestros productos.

¿Qué ventajas aporta a las empresas contratar productos o servicios con estos centros?

La principal ventaja de colaborar en nuestro proyecto es el compromiso social, que no sería posible sin nuestros clientes, y también el cumplimiento legal, que obliga a empresas de más de cien trabajadores a contratar personas con discapacidad o servicios de centros especiales de empleo. Pero lo más importante es saber que, con tu compra, estás contribuyendo a la integración social de personas que lo tienen muy difícil, y a que estas generen valor para la sociedad y puedan tener un proyecto de vida propio, en lugar de ser consumidoras de recursos.

¿Qué relación que guarda la Fundación Térvalis con el Banco de Alimentos de Teruel?

La fundación es la entidad que gestiona el banco de alimentos en la provincia. Estos dos años han supuesto un incremento de actividad en algunos momentos, y una dificultad añadida, ya que el banco se gestiona con voluntarios, en su mayoría personas mayores jubiladas, que tuvieron sus limitaciones en los momentos iniciales de la pandemia. Entonces, fueron jóvenes de entorno a los 20 años quienes nos echaron una mano, a los que estamos muy agradecidos. En este tiempo se han incrementado las donaciones económicas y en especie, tanto de particulares como de entidades.

¿Qué proyectos de cooperación para el desarrollo tienen en marcha?

Desde hace diez años seguimos comprometidos con nuestro proyecto de educación en Senegal. Nos financiamos con donaciones de las empresas del Grupo Térvalis y con fondos propios de los centros especiales de empleo, ya que tenemos la premisa de que las actividades que emprendemos deben ser sostenibles y capaces de autofinanciarse, pues es la única forma de garantizar su permanencia en el tiempo. Además, la certeza de que su salario se genera con su compromiso y con su esfuerzo, es un valor añadido que damos a nuestro personal. Pero también optamos a subvenciones cuando ponemos en marcha un nuevo proyecto.

¿Cómo trabajan con las personas mayores?

En este ámbito, formamos parte de la UTE que gestiona la Residencia de Mayores de Cedrillas, en Teruel, y este año hemos realizado una colaboración importante con una entidad social para la atención a los mayores en toda la provincia.

¿Existe alguna vía para que las empresas o la ciudadanía colaboren con la Fundación Térvalis?

Sí, desde las donaciones, por supuesto, hasta la adquisición de productos y servicios de nuestros centros. Respecto al voluntariado, además de nuestros colaboradores del banco de alimentos, en este momento estamos desarrollando un proyecto estructurado para fomentar el voluntariado en actividades concretas.

¿Qué encuentra el cliente en Simiente de Teruel, la tienda de la fundación?

En ella, el lugar común es la economía de proximidad y la visibilización de los productos de la provincia de Teruel. Comercializamos lo que fabricamos en nuestros centros especiales de empleo: cosmética, aromaterapia, ropa y complementos exclusivos, azafrán y trufa de producción propia… Pero, además, abrimos nuestro espacio a productores turolenses que quieran dar valor a la calidad de la producción, principalmente alimentaria, en nuestra tierra. Tenemos jamón de Teruel y otros elaborados cárnicos, como cecina y embutidos, aceite del Bajo Aragón, nueces y aceite de nuez de Montalbán, vino del Matarraña…

¿Qué mecanismos tiene la Fundación Térvalis para responder a emergencias coyunturales?

Cada vez que se produce una crisis, inmediatamente, nos movilizamos para aportar todo lo que está en nuestras manos. Lo llevamos en el ADN. Desde la maravillosa respuesta de todos nuestros trabajadores en los peores momentos de la pandemia, trabajando sin descanso para confeccionar materiales de protección para donar a todas las instituciones que lo necesitaban, hasta el caso de la crisis de Ucrania, en el hemos activado con agilidad distintas líneas de actuación: recogida de materiales para los refugiados, que gestionamos con una entidad de Alboraya para hacerlos llegar a las fronteras; una bolsa de alojamientos de acogida, en la que tenemos viviendas puestas a disposición por particulares y por algunos ayuntamientos de la provincia; y ayuda directa a familias ucranianas que llegan a Teruel, a las que facilitamos estos alojamientos, guiamos con el proceso de legalización y acceso a los servicios públicos en España y cubrimos necesidades, que van desde el equipamiento básico de las viviendas hasta el coste de guarderías, material escolar para los niños y ayuda de subsistencia, según las necesidades particulares que detectamos.