¿Qué se entiende por gestión de la diversidad en el ámbito laboral?

Las diversidades de las personas trabajadoras no solamente son culturales. Cuando hablamos de su gestión, también nos referimos a la diversidad de género, funcional, étnica… Y consiste en la introducción de herramientas para poder tener todas ellas en cuenta y enriquecer los procesos empresariales con el aporte que hacen, precisamente, esas características especiales de cada una de las personas que participan en el proceso productivo. Cada cual, desde nuestro bagaje personal, cultural, histórico, familiar o de género, podemos contribuir a la empresa en todo lo que pueda necesitar.

¿Solo se aplica a las plantillas?

Muchas personas asociamos la gestión de la diversidad con la aplicación de herramientas de recursos humanos para la creación de un clima positivo dentro de la plantilla. Y, efectivamente, esa es una parte importante. Pero esta filosofía puede incorporarse en todos los procesos empresariales: atención al cliente, márquetin, gestión de proveedores, de personal… Es un enfoque que permite incluir, reconocer y valorar las realidades, creencias, culturas y capacidades diferentes y conseguir que se desarrollen y formen parte de los procesos, objetivos y dinámicas internas y externas de una empresa, organización u entidad.

¿Por qué es necesaria la gestión de la diversidad?

Si realmente la sabemos gestionar, lo que hace es enriquecer, apoyar la innovación, aportar amplitud de miras con nuevos puntos de vista y nuevas maneras de hacer las cosas… En definitiva, permite una adaptación mucho más detallada a cualquier reto que la vida nos pueda presentar. Ganamos, primero, un ambiente de trabajo creativo, motivador, satisfactorio, inclusivo, emprendedor y comprometido. Pero también ganamos en eficacia, eficiencia, calidad… Y en la adaptabilidad a las necesidades y posibilidades de nuestros clientes, socios y proveedores.

¿Qué consecuencias tiene ignorar su gestión?

Lo primero que perdemos es un clima interno de bienestar y respeto mutuo. Lo segundo es flexibilidad y capacidad de adaptación a las necesidades de la sociedad para la que estamos produciendo o generando servicios desde la empresa, y que es diversa en todos los sentidos. Y, por lo último, perdemos la capacidad de generar nuevos servicios e ideas, e innovación a la hora de plantearnos el futuro de nuestra empresa.

¿Existe una única receta para gestionar la diversidad en las organizaciones?

Hay que tener en cuenta unas pautas básicas, una serie de etapas elaboradas en base a la experiencia de muchas empresas, y también de oenegés y entidades que se dedican a la gestión de la diversidad cultural. Pero es necesario adaptar esas herramientas a la realidad de cada empresa, porque cada una tiene un perfil de empleados muy determinado y se desenvuelve en su propio mundo.

¿Qué dificultades entraña?

El principal obstáculo es la falta de motivación, es decir, la percepción de que la gestión de la diversidad es algo innecesario. Y otro es temer que va a requerir de inversiones o cambios bruscos. Pero para gestionar la diversidad solo hay que elaborar unos protocolos, que se integran de forma muy nítida en los procedimientos de cada departamento.

¿Cómo se puede trasladar este mensaje a las empresas?

Precisamente para eso, la Fundación San Ezequiel Moreno organiza este miércoles una jornada técnica en el Centro Joaquín Roncal. Presentamos nuestro programa Diversity de promoción de la diversidad cultural en el ámbito laboral, y hablamos de nuestra experiencia gestionándola en el marco de nuestra propia organización. Contamos con una ponencia de profesor del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, Juan David Gómez Quintero, sobre los retos que plantea. Y podremos escuchar y preguntar acerca de tres experiencias: una, en el ámbito social, con la Cooperativa La Bezindalla del barrio Oliver; otra, en el ámbito educativo, con el colegio Ramiro Solans; y una más, en el empresarial, con Change Navigators.

¿Cuál es el objetivo del programa Diversity?

Pretende crear sinergias, encontrando y aprovechando buenas prácticas, que estamos seguros de que ya se están aplicando en el ámbito laboral, social y educativo. Mediante su análisis, y también detectando las necesidades de las personas profesionales que intervienen en estos procesos, trataremos de unificar la gestión de la diversidad cultural en el ámbito empresarial.

¿Cómo se va a desarrollar?

En el marco de este programa tenemos, por un lado, las acciones formativas, y por otro, las jornadas técnicas. Vamos a realizar cuatro jornadas a lo largo del año, dos en Zaragoza y dos en Madrid. Y a finales de año repetiremos las jornadas, ya con las conclusiones y resultados del proyecto. Entre tanto, realizaremos formaciones, debates y grupos de encuentro, para que cada cual aporte su punto de vista, y poder finalizar con la elaboración de unos protocolos y unas guías de buenas prácticas. No queremos contar solamente con profesionales que gestionan la diversidad en el ámbito laboral, sino también dar voz a la población migrante y diversa culturalmente, para que pueda aportar en este proceso. Va a ser una metodología muy participativa. El rol de cada persona beneficiaria de nuestras actividades va a ser tanto de receptor como de generador de conocimiento y redes.

¿A qué agentes se quiere implicar?

Nos dirigimos a todas las personas que intervienen, en el mercado laboral, en atención a la población diversa culturalmente. Podemos hablar de técnicos de orientación laboral o de inserción de entidades sociales u organismos públicos, como oficinas de empleo o servicios comarcales, como los agentes de desarrollo local, o de quienes atienden a población diversa culturalmente en acciones formativas para el empleo. También estaríamos hablando del personal de recursos humanos y mandos intermedios de empresas. Y, claro está, de las propias personas culturalmente diversas, para que puedan aportar sus necesidades, experiencias y matizar quizás algunas herramientas que podamos elaborar a lo largo del proyecto. H