Con las emociones todavía vivas y la tinta de la pluma caliente, estamos de enhorabuena por todo lo vivido el pasado 24 de mayo, en el Centro Joaquín Roncal, en la jornada Comunicando para un mundo mejor. En Farmamundi Aragón, que fuimos sus organizadores, pensamos que obtuvimos muchos logros. Y hablo en plural porque, a nuestro modo de entender, fueron varios.

El primer logro fue comprobar que la transformación social es posible, y que este camino pasa por la cooperación y el trabajo en red. Pero eso hay que elegirlo y priorizarlo y, a veces, se nos olvida. El segundo, que las cosas humildes pueden ser grandes al mismo tiempo. Un modesto proyecto de educación para el desarrollo, financiado por el Gobierno de Aragón, sobre el papel que juega la comunicación en la transformación de la sociedad, ha conseguido poner en marcha la I Red de la Comunicación para la Transformación social en Aragón, firmada por la Asociación de Periodistas de Aragón (APA) y la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS). Hemos pasado del Yo (Farmamundi) al Nosotros o bien común (FAS-APA).

En el corto pero intenso recorrido del proyecto hasta llegar hasta a las jornadas, hemos realizado talleres formativos con los grados de Periodismo de la Universidad de Zaragoza y la San Jorge y el Grado de Traducción y Comunicación Intercultural de esta última, y hemos propiciado encuentros y espacios de trabajo entre periodistas y oenegés de desarrollo. Como resultado, celebramos la jornada del día 24, que reunió a representantes de estos colectivos: profesorado y alumnado de ambas instituciones académicas, periodistas en activo, profesionales de las oenegés y los directivos de los principales medios de comunicación aragoneses.

Otro de los logros es el de la continuidad. Hemos conseguido que el proyecto haya pasado de la individualidad (el citado Yo, es decir, Farmamundi, como la entidad que lo lidera), y de tener que concluir al finalizar su tarea, a seguir estando vivo con la puesta en marcha de la I Red de Comunicación para la Transformación social (Nosotros y el bien común)

Intuimos que ese hilo de plata que presentamos con mucha emoción y convicción a los y las asistentes a la jornada, como símbolo de la unión y relación entre periodistas y oenegés, contribuya a visibilizar lo que ahora permanece invisible. Y esto no es otra cosa que las injusticias sociales y aquellas realidades silenciadas con las que las 54 entidades de la FAS tienen un largo recorrido de trabajo y compromiso. Los medios de comunicación tienen el altavoz para que no permanezcan escondidas y para favorecer el pensamiento crítico de nuestra sociedad, y así poder acercarnos al bien común del planeta y de las personas que lo habitamos.

Asumimos la tarea con responsabilidad y también con ilusión, y con la certeza de que, cuantas más manos y altavoces se sumen a esa ilusionante red, mejor contribuirá a que lo humano no nos sea ajeno y a que nos sintamos parte activa de ese cambio social, que es tan urgente y necesario.