Cualquier persona necesita un trabajo para subsistir y garantizar sus necesidades materiales. Sin embargo, no es solo una cuestión económica; el empleo es fundamental para desarrollar un proyecto de vida, contribuir a la sociedad, crecer personal y profesionalmente y relacionarse con otros. Es una llave para la autonomía, la libertad y, en definitiva, para una buena calidad de vida.

Pero el mercado laboral no es sencillo en nuestro país. Encontrar un empleo estable no es tarea fácil, y el desempleo de largo duración arrincona a las personas en grave riesgo de pobreza, exclusión social y problemas de salud mental.

Para las personas con TEA, esta tarea no es solo difícil, sino que para la mayoría es un reto imposible. Según un estudio de la National Autistic Society, cuatro de cada diez personas con TEA nunca han tenido empleo, y al 40% que sí trabaja le gustaría hacerlo más horas. Autismo España estima hasta un 90% de paro en el colectivo.

Pero, ¿por qué tienen tan poco acceso al empleo? Las personas con TEA sufren alteraciones cualitativas permanentes, persistentes y complejas en dos áreas esenciales para la adaptación y el funcionamiento personal: comunicación e interacción social y flexibilidad del pensamiento y el comportamiento. Esto dificulta la comunicación y la comprensión social, así como el afrontamiento flexible y adaptativo de las demandas de la vida cotidiana, y favorece las situaciones de aislamiento, exclusión, abuso, maltrato, pobreza y dependencia.

Cuatro de cada diez personas con TEA nunca han tenido empleo

Independientemente de su capacidad intelectual, afrontar un proceso de selección, una entrevista de trabajo o prestar servicios profesionales sin contar con adaptaciones, apoyo y compresión es complicado para las personas con autismo. Por todo ello, constituyen un colectivo de especial vulnerabilidad frente al empleo, pero la ley no lo reconoce. Sí contempla como prioritarios para acceder a las medidas públicas de protección, estímulo e integración en el mercado laboral a los colectivos con discapacidades, parálisis cerebral o enfermedad mental, lo que deja fuera de estas políticas a gran parte de las personas con TEA, que no tienen certificado de discapacidad intelectual.

Por eso, Autismo España reclama desde hace años el cambio de esta legislación, que abra las puertas a todas las personas con TEA con certificado de discapacidad para que puedan ser beneficiarias de los programas y políticas de impulso del empleo, y esto les haga un poco más fácil sortear ese gran reto. El primer paso se consiguió a través de la Estrategia Nacional de Empleo 2021-2024. Y ahora, por fin, el proyecto de ley de empleo ha recogido el autismo de manera específica. Desde la confederación esperamos que su tramitación parlamentaria enriquezca el texto. Seguiremos reivindicando su extensión a aquellas personas que no disponen de certificado. Y confiamos en que su entrada en vigor se produzca lo antes posible y actúe como llave para el resto de normativa laboral, pero, sobre todo, para un futuro con oportunidades laborales para las personas con TEA en nuestro país.