Los Laboratorios de Innovación para el medio Rural y Periurbano (ODS Rural Labs) son un proyecto de investigación-acción participativa diseñado ad-hoc por un equipo de expertos universitarios de la Universidad de Zaragoza, con el que contribuimos a la apropiación de la Agenda 2030 en contextos rurales y periurbanos. Esta iniciativa enmarca los retos de cambio social necesarios para lograr la coherencia de esta política de desarrollo global en contextos locales. Propone que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) pueden ser una agenda innovadora a nivel global pero que se requieren mecanismos participativos para que a nivel local cobren sentido.
El proyecto de ODS Rural Labs se concibe como un espacio interdisciplinario, en el que confluyen profesores y estudiantes universitarios de diferentes formaciones con el fin de hacer un abordaje de diferentes perspectivas científicas para el análisis social. Esa estructura, como equipo de investigación, entra en contacto con agentes clave de un territorio específico que deben estar interesados en dinamizar el territorio con la orientación del proyecto, en este caso, difundir la Agenda 2030 con un enfoque de desarrollo comunitario.
Las zonas donde se han llevado a cabo los ODS Rural Labs tienen características muy distintas; por una parte, siete pedanías de Ejea de los Caballeros (Bardenas, El Bayo, Santa Anastasia, Sabinar, Valareña, Pinsoro y Rivas); otro laboratorio se ha llevado en Santa Engracia, Tauste, y un tercero en La Puebla de Alfindén, municipio cercano a Zaragoza. Actualmente se trabaja en cuatro territorios: el valle del Manubles, donde trabajamos con cinco municipios muy pequeños (Torrelapaja, Bijuesca, Berdejo, Torrijo y Villalengua); el municipio de Remolinos, en la Ribera Alta del Ebro; y, por último, el territorio de San Luis Robles en Tumaco (Nariño, Colombia), donde se realizó en el 2020 un laboratorio en formato online durante el periodo del confinamiento y durante 2023 se organiza uno presencial.
Un laboratorio explora de manera colectiva la dinámica del sistema social y es también un espacio de trabajo para laborar juntos. La primera parte diagnóstica permite identificar los retos o problemas. Los siguientes pasos deben priorizar los retos y las intervenciones que suponen. Todo ello implica un trabajo de diálogo, diseño y rediseño. Diálogo, porque son los actores locales los que, al apropiarse del proceso, le dan sentido; diseño y re-diseño, porque las siguientes etapas requieren trabajar prototipos de propuestas para intervenir o mejorar el sistema. El Laboratorio de Innovación Social se basa en una variedad de actividades que, en este caso, se iniciaron con un diagnóstico de las problemáticas identificadas por los actores locales en clave de ODS.
En general, los ODS empiezan a ser difundidos a diferentes escalas. Sin embargo, es importante mencionar que el mundo rural español mantiene una situación de dificultad, y en algún caso empeorando, en los datos de desigualdad, de exclusión, de falta de comunicaciones, de falta de empleo sostenible, de un aumento de consumo de productos industrializados en detrimento del consumo de productos locales o una afectación de los entornos naturales por el uso intensivo de medios de producción industrial. En el caso de los pueblos de la provincia de Zaragoza, es muy importante el contraste con Tumaco, y las reflexiones que derivan de ello.
Un reto a futuro de los laboratorios es la necesidad de que las instituciones locales con capacidad para desarrollar políticas públicas se involucren en el proceso y se comprometan con sus resultados. En ellos está la gran responsabilidad de demostrar que las agendas de los retos ODS definidas por los habitantes locales tienen interlocución y consecuencias positivas. Toca fortalecer los vínculos para que el resto de agentes institucionales se sumen y que las propuestas generadas puedan plasmarse finalmente en políticas públicas surgidas de la participación ciudadana.