Estrelicia Izquierdo Lobo (Federación Aragonesa de Solidaridad): “Es Vox quien ha hecho de la cooperación algo ideológico”
Los proyectos ejecutados en 2023, se financiaron con los presupuestos públicos de 2022

Estrelicia Izquierdo en una imagen de archivo
M.G.C.
¿Cuánto cayó la financiación pública para la cooperación aragonesa entre 2023 y 2024?
Acabamos de presentar el ‘Informe del sector de las oenegés de desarrollo en Aragón 2024’, con los datos de lo ejecutado en 2023, y todavía hay que elaborar el siguiente. Pero sí podemos estimarlo, en base a las partidas presupuestadas, que no ejecutadas, por las administraciones aragonesas. En 2023, el total sumó 9.682.355 euros, y en 2024, calculamos que 5.006.000.
¿Y si solo se tiene en cuenta a los dos mayores financiadores?
Es que, tras sus recortes, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza ya no son los dos principales financiadores. Ahora lo es la Diputación Provincial de Zaragoza, tanto en importe neto como en porcentaje sobre el presupuesto total de la institución. El Gobierno de Aragón redujo para 2024 en más de un 76% sus aportaciones para ayuda internacional, pasando de los 5,1 millones presupuestados en 2022 –y ejecutados en 2023- a los 868.000 euros del siguiente ejercicio. Fue la comunidad que sufrió un mayor recorte. Y, en 2025, no sabemos cuánto destinará, porque ni siquiera ha presentado el proyecto de presupuestos.
¿Y el Ayuntamiento de Zaragoza?
Ha ido reduciendo paulatinamente el presupuesto desde 2020, haciendo un estrangulamiento progresivo. Sospechamos que dejará una cifra simbólica para ayuda humanitaria de emergencia, pero, en cooperación, el objetivo está muy claro: la práctica desaparición de la partida. Llegó a ejecutar 3,7 millones en 2019, y en 2025 ha presupuestado 660.000 euros, es decir, el 0,06% del presupuesto total. La debacle es tremenda, un 82% desde 2019.
¿Hay manera de compensar estas pérdidas?
Cuando el Ayuntamiento de Zaragoza empezó a recortar, la Diputación de Zaragoza y, sobre todo, el Gobierno de Aragón, trataron de compensarlo. Y tras la crisis de 2008, fue el Ejecutivo autonómico el que redujo las partidas de cooperación, pero el consistorio lo compensaba. Aunque ahora, al ser las dos instituciones que manejan un mayor presupuesto global las que las están reduciendo, no hay forma de compensar estos recortes tan brutales. Proyectando lo presupuestado en 2024 por el conjunto de las administraciones aragonesas, será la cantidad más baja desde que tenemos registros.
¿Alguien les ha explicado el porqué de estos recortes?
En el presupuesto autonómico, el recorte formaba parte del acuerdo de gobierno PP-Vox, que hablaba de “racionalizar las ayudas al desarrollo”, lo que en realidad significaba reducir drásticamente. En estos momentos, que ya no hay pacto de gobierno, el Partido Popular tendría la oportunidad de demostrar que ha roto con esas exigencias de Vox. En el Ayuntamiento de Huesca ha ocurrido.
¿Qué ha pasado?
El presupuesto de cooperación se redujo en Huesca y, este año, después de la ruptura del PP con Vox, ha aumentado la partida. En el Ayuntamiento de Zaragoza, Vox dice que elimina partidas ideológicas. Pero, antes de su llegada a las instituciones, todos los partidos aprobaron la ley y firmaron los pactos por la cooperación. No era ideológica porque, entre derecha, izquierda y centro, existía el consenso de que la cooperación era una política pública. Es Vox quien ha hecho de la cooperación algo ideológico.
Casi cuatro millones de personas recibieron en 2023 el apoyo de oenegés aragonesas. ¿Cuántas lo perdieron en 2024?
El impacto total lo sabremos cuando hagamos el siguiente informe. Pero, cuando salió la resolución de las subvenciones del Gobierno de Aragón para ejecutar en 2024, preguntamos a las oenegés a cuántas personas afectaban los recortes, y lo estimamos en 485.000.
¿Cuánto ha caído el número de proyectos financiados por el Gobierno de Aragón?
Hemos pasado de 33 proyectos de cooperación, dos de ayuda humanitaria y 21 de educación para la ciudadanía global en 2023, a siete de cooperación, cuatro de educación y ninguno de ayuda humanitaria en 2024. Pero no solo disminuye su número, sino también su alcance y capacidad de acción, pues antes se podía solicitar un máximo de 150.000 euros por proyecto, y ahora, solo 100.000.
¿Qué están haciendo las oenegés para adaptarse?
Una ya se ha dado de baja de la FAS porque prácticamente ha cesado su actividad, otras están teniendo que dejar sus oficinas y algunas ya se plantean despidos. Y esto es solo el principio. Van a tener que trabajar exclusivamente desde el voluntariado. Queda la opción de buscar financiación privada, ya que la Unión Europea solo financia grandes proyectos a los que la mayoría de nuestras entidades no puede optar, puesto que la cooperación descentralizada se caracteriza por pequeños proyectos de comunidad a comunidad. Es un momento complicado. Va a haber reducciones, ajustes, despidos, y puede que algún cierre, pero las organizaciones se están reestructurando con la intención de resistir.
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