Justo para cada momento
Las oenegés aragonesas demostrarán que hay un producto sostenible y libre de explotación para cada instante del día en la Lonja del Comercio Justo de Zaragoza, que este próximo domingo cumple 20 ediciones.

Animación infantil, juegos, talleres y actividades culturales y de sensibilización convivirán este domingo con los puestos de venta en la Lonja del Comercio Justo. / Josema Molina
La humanidad agotó los recursos naturales necesarios para los 365 días de 2024 en poco más de 200. El 1 de agosto, ya se había consumido aquello que los ecosistemas de la Tierra pueden regenerar en un año. Pero España sobrepasó mucho antes los límites del planeta. El 20 de mayo, nuestro país ya había agotado los recursos naturales que le correspondían a su población para todo 2024.
La humanidad vive como si tuviera 1,75 planetas a su disposición. Es como si, el 1 de agosto del año pasado, el saldo ecológico de la Tierra hubiese entrado en números rojos. Pero hay países, como Estados Unidos, que necesitarían cinco globos terráqueos para sostener sus hábitos de consumo. Estas cifras contrastan con las que ofrece Naciones Unidas sobre pobreza, situación en la que viven 700 millones de personas. Hoy pasa hambre más gente que hace quince años.
Los salarios indignos que no alcanzan para vivir adquieren su máxima expresión en industrias como la textil, que además es la más contaminante del planeta, pues produce el 10% de las emisiones totales de CO2. Y en el sector de la producción agrícola industrial de comercialización global, que genera tantos ingresos millonarios como polución, los sueldos de la mayoría de sus trabajadores están por debajo del umbral de la pobreza.
Mientras tanto, el calentamiento global continúa al alza, y la emergencia climática y sus efectos devastadores avanzan. El año más cálido de la historia, 2024, fue el primero en el que se superó el límite de no retorno fijado por la ciencia de 1’5º C por encima de los niveles preindustriales.
"La pobreza, la desigualdad y el cambio climático tienen varias causas, pero el modelo de producción y consumo actual es una de las principales". Este es uno de los mensajes elegidos por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo para conmemorar este año el Día Mundial del Comercio Justo, que se celebra cada segundo sábado de mayo.
Frente a los hábitos insostenibles de la humanidad, a través de la campaña hay un producto de comercio justo para cada momento del día, la Coordinadora quiere "recordar a la ciudadanía que, a través de su consumo cotidiano, puede contribuir a luchar contra la pobreza, la desigualdad y la emergencia climática". Desde por la mañana hasta la noche, se puede optar por productos de comercio justo "que resultan beneficiosos a quienes los elaboran, porque respetan los derechos laborales y humanos, y también son positivos para el medio ambiente, porque su producción es respetuosa con el entorno natural".
Desde el desayuno hasta la hora de irse de a la cama, existen alternativas responsables para consumir. Desde el café de mañana hasta el arroz para la cena, la ropa que vestimos, artículos para el hogar o de higiene personal, juguetes… Toda esta gama de productos, y muchos más, ya se producen bajo criterios ecológicos y de justicia social. El comercio justo garantiza condiciones laborales dignas, igualdad salarial entre mujeres y hombres, precios que cubren costes de producción sostenibles, ausencia de trabajo infantil y sostenibilidad ambiental.
La Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), como integrante de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, se ha adherido a esta campaña. Y en torno a ella girará la celebración de la ya tradicional Lonja del Comercio Justo de Zaragoza, que se instalará el próximo domingo, 11 de mayo, de 10.30 a 20.30 horas, en la plaza del Pilar.
Durante todo el día, los asistentes podrán conocer y adquirir productos de comercio justo en los diferentes puestos de venta, así como disfrutar de actividades culturales, animación y propuestas de sensibilización dirigidas a todos los públicos. La Lonja del Comercio Justo cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Zaragoza. Para su organización, además, la FAS ha contado con la colaboración de la Fundación Vicente Ferrer, Proyde, la Fundación Isabel Martín, Cáritas, Proclade, Kumara, Oxfam Intermón y Global Humanitaria.
En 2025, este mercadillo cumple 20 ediciones. Dos décadas de compromiso de la capital aragonesa con esta alternativa sostenible de consumo, que llevaron a Zaragoza a conseguir el título de Ciudad por el Comercio Justo en 2017. Una trayectoria que ha permitido dar visibilidad a este sector económico a través de miles de productos, actividades y encuentros con la ciudadanía, que han contribuido a consolidar un modelo comercial más justo y solidario.
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