Carlos Mediano, Responsable de Estudios y Campañas de Medicusmundi en España: "Nuestra salud depende de que la global sea buena"

Médicos del Mundo y Medicus-mundi elaboran desde hace 23 años el informe ‘La salud en la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria’. / Jaime Galindo
Pegunta: ¿Qué refleja el informe ‘La salud en la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria’?
Respuesta: Pretende describir algo que parece evidente: los problemas de salud mundiales y de acción humanitaria nos atañen a todas las personas del planeta, pero no estamos haciendo lo suficiente para mejorarlos. A través de esa visión crítica sobre la situación mundial de la salud, propone estrategias de cooperación sanitaria basadas en la evidencia que permitan a los políticos tomar mejores decisiones.
P: ¿Afecta la cooperación sanitaria a nuestra salud?
R: Su papel no solo se debe de centrar en contribuir a cerrar las grandes brechas entre la salud de ricos y pobres, sino, además, en denunciarlas, y en dar visibilidad a las necesidades de esas poblaciones y a las posibles soluciones a los problemas globales de salud. Su labor puede beneficiar en ambos sentidos. Por ejemplo, la relevancia de la atención primaria como espacio participativo de personas y comunidades, o el enfoque ambientalista de la salud, está mucho más integrado en algunas de las sociedades donde trabaja la cooperación que en nuestra realidad urbana, consumista e individualista.
P: ¿Cómo ha evolucionado la ayuda sanitaria española en los últimos años?
R: Hasta 2009, hay un crecimiento constante de la cooperación española, en 2010 comienza un gran descenso con la crisis, para, a partir de 2015, ir recuperándose. En 2022 crece mucho debido a la covid-19, pero en 2023 vuelve a retroceder. Con este comportamiento, es prácticamente imposible que se pueda alcanzar el compromiso del 0,55% para final de la legislatura, en 2027, o del 0,7 % en 2030, ni destinar entre el 12% y 15% de su ayuda oficial al desarrollo (AOD) a salud, algo necesario para hacer frente a los retos globales.
P: ¿Qué ha ocurrido con la cooperación descentralizada?
R: Tiene unas características propias, como la cercanía con las poblaciones, o que trabaja en los huecos que dejan sin cubrir las cooperaciones estatales, por las que no se debería perder. Su evolución es muy parecida a la estatal, pero es muy heterogénea y poco previsible, algo que tiene que mejorar para que se puedan planificar soluciones a medio y largo plazo.
P: ¿En qué lugar queda la cooperación aragonesa?
R: Aragón es la 11ª comunidad autónoma en gasto en cooperación, la décima en acción humanitaria y la 13ª en cooperación sanitaria. Esta última está bien orientada geográfica y sectorialmente, pero la reducción del 76% del presupuesto de cooperación del Gobierno de Aragón de 2024 le va a afectar claramente. El conjunto de instituciones aragonesas destinó en 2023 la escasa cifra de 759.294 euros a salud.
P: ¿Cómo se prevé este año, con los recortes del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza?
R: Difícil, pero no solo por el enorme número de personas que no se podrán beneficiar. Se está extendiendo la idea de que la cooperación es prescindible y de que el multilateralismo, del que esta es una pequeña parte, se está cambiando por una mirada localista, cortoplacista y muy recortada de la realidad global en la que vivimos.
P: ¿Dónde queda el Pacto aragonés por la Cooperación al Desarrollo, firmado en 2018?
R: En estos momentos, su cumplimiento está muy lejos, y sería un buen momento para retomarlo con fuerza, pero con una hoja de ruta realista y coherente que visibilice un compromiso real.
P: Las crisis y emergencias se multiplican. ¿Estuvo a la altura la acción humanitaria aragonesa?
R: El Gobierno de Aragón destinó el 11,21% de su AOD a acción humanitaria, superando el 10% que está comprometido. Y el conjunto de entidades locales aragonesas, entre las que destacan la Diputación y el Ayuntamiento de Zaragoza, es el cuarto de todas las autonomías que más aporta.
P: ¿Tiene la salud el peso que debería en el conjunto de la cooperación aragonesa?
R: No. Además de su escaso porcentaje en el conjunto de su AOD (4,9%), lo destinado por el Gobierno de Aragón a cooperación sanitaria supone únicamente el 0,7% de todo el gasto en salud atribuido al conjunto de las comunidades autónomas, un peso claramente insuficiente.
P: A falta de cinco años, ¿se va a alcanzar alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030?
R: Desgraciadamente, las estimaciones no pueden ser positivas. Más de un tercio de las 169 metas de los 17 ODS se han estancado o incluso retrocedido. Solo el 17% están en camino de alcanzarse o ya se han alcanzado y, aún peor, solo el 10% de las del ODS 3 de salud, del que un 45% han avanzado de forma residual y el 15% restante no han mejorado. La cobertura sanitaria universal, que sería la meta paraguas de todas las demás, no se va a alcanzar. Necesitamos un gran esfuerzo para, al menos, acercarnos a aquello a lo que nos comprometimos, y no solo por una cuestión de derechos humanos, ya que nuestra salud también depende de que la global sea buena.
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